El Instituto de Investigaciones Biológicas Clemente Estable (IIBCE), una de las instituciones científicas más antiguas del país, celebra sus 93 años de existencia en este 2020. Como es habitual, recibirá a los visitantes el próximo sábado, durante el Día del Patrimonio, en una jornada que denominan “IIBCE Abierto”.
Sin embargo, este año la jornada estará también pautada por los reclamos presupuestales. En un comunicado firmado por su presidente y vicepresidenta, los investigadores Pablo Zunino y Anita Aisenbreg, en conjunto con Silvia Olivera, Inés Ponce y José Sotelo, integrantes del Consejo Directivo, se da cuenta de los problemas que enfrenta el instituto ante el presupuesto asignado por el ejecutivo en la Ley Presupuestal.
“Con alarma, vemos que estamos próximos a un punto límite en el cual los recursos asignados son claramente insuficientes, ingresando en una zona de alto riesgo para la viabilidad del IIBCE como Instituto de excelencia en el sistema científico del Uruguay” consigna el documento, que además hace hincapié en que “las limitaciones para retener y retribuir dignamente a nuestros científicos dan lugar a una situación dramática”.
Un recorte a la actividad científica
“En estos días hemos tomado contacto con el proyecto de ley del presupuesto quinquenal, remitido por el Poder Ejecutivo al Parlamento. Grande fue la sorpresa al ver que al IIBCE, en tiempos de discursos oficiales de valoración de la Ciencia, se le rebajan sus rubros presupuestales a lo largo del quinquenio” dice la carta abierta, que luego analiza cómo las partidas en las distintas áreas afectan el normal funcionamiento de la institución.
En el rubro “remuneraciones” el presupuesto impone un rebaja con respecto al presupuesto actual de 185 millones a 184 millones de pesos. “Esta situación genera alarma ya que se verá severamente impactada la posibilidad de contratar y retener en el país a los jóvenes investigadores íntegramente formados en el Uruguay”.
Por otro lado, señalan que “parece confirmarse la situación plasmada en el Decreto 90/2020 que indica que 'los cargos vacantes generados al 31 de diciembre de 2019 no podrán ser provistos y, de los que se generen durante el ejercicio 2020, sólo podrán ocuparse un tercio'”.
Los firmantes sostienen que esta situación “pone en riesgo unas 14 vacantes pendientes de ser llamadas en el IIBCE”, cantidad que equivale a cerca de una cuarta parte de los 58 cargos presupuestados del Instituto. “En el caso de no poder llamar estas vacantes, los grupos de investigación y los investigadores jóvenes formados verán seriamente comprometido su futuro” alertan.
Al analizar las partidas por el rubro “funcionamiento”, reconocen que el incremento de 16 a 19 millones de pesos anuales en 2021 con respecto a 2020 no es “un aumento real”, ya que “corresponde a la incorporación del refuerzo de rubros que se pide anualmente”. También notifican que “los montos se mantienen en valores constantes en el quinquenio, lo que implica una progresiva rebaja en términos reales a lo largo del período” y señalan que “las erogaciones de un instituto de investigación que pretende mantener un estándar de alta calidad científica presentan componentes que deberían ser atendidos por el presupuesto”, como por ejemplo la adquisición de reactivos, procesamiento y disposición de residuos especiales, elementos de seguridad personal, mantenimiento del equipamiento científico, entre otros componentes.
El texto señala que el rubro “inversiones” se mantendría “incambiado con respecto al monto actual (unos 10 millones de pesos) y no variaría a lo largo del quinquenio”, al tiempo que informan que esa cantidad se mantiene desde el año 2016.
Este congelamiento de inversión en 10 millones de pesos en el período 2016-2025, sostienen, “profundizará la progresión de la brecha tecnológica que afecta nuestra producción científica, en relación a los recursos sobre los que se soporta hoy la investigación en Ciencias Biológicas internacionalmente”
Ninguneo
“Alguna vez, ante reclamos presupuestales se nos ha respondido que, si el IIBCE sigue siendo tan productivo a pesar de las distintas coyunturas, no precisaría incrementar su apoyo económico” dice la carta, que reconoce que “el estándar científico del Instituto se mantiene gracias al irrenunciable esfuerzo de su personal, tanto científico como de apoyo” pero advirtiendo que “el compromiso y el voluntarismo, necesarios para catalizar y proyectar los logros del IIBCE, no pueden constituir indefinidamente el sustento de la institución”.
“El espíritu pionero de Clemente Estable es un faro vigente que debe ser potenciado y proyectado en un desarrollo integrado y fértil de la Ciencia Nacional” termina diciendo el texto.