La carta dirigida a investigadores e investigadoras comenzó a circular el martes 9 de marzo. En menos de una semana, 1.500 investigadores se habían registrado para participar. La respuesta fue contundente si se tiene en cuenta que se trató de contactar a una población de 2.500 investigadores del país.
La llegada del coronavirus impuso restricciones a distintas esferas de la vida en sociedad. Pero eso no impidió que más de 900 personas participaran en una asamblea histórica llevada adelante por Zoom. En un resumen de la Asamblea, que se inició a las 19.00 del miércoles y duró dos horas, se informa que hicieron uso de la palabra “más de 40 participantes y hubo más de 1.600 intervenciones en el chat”. La tarea no era sencilla, como tampoco es sencilla la situación de la ciencia ante distintos recortes presupuestales y falta de recursos y apoyos.
Rumbo a una resolución
En un comunicado que recoge las resoluciones de la jornada, la Comisión Provisoria designada en la asamblea virtual realiza una serie de puntos que contextualizan las resoluciones adoptadas. Entre ellas se destaca “la ausencia de una organización que exprese de manera colectiva el sentir de la comunidad de investigadores a nivel nacional, así como la falta de espacios de discusión entre los investigadores que fomenten el intercambio y la interacción entre las variadas perspectivas y áreas de conocimiento”.
Subrayan también la importancia de que “la comunidad científica realice aportes en el proceso de diseño de la nueva gobernanza de la Ciencia, Tecnología e Innovación que sustituya a la recientemente suprimida Secretaría Nacional de Ciencia y Tecnología”.
También remarcan que “en el presupuesto nacional no se prevé ningún incremento en la asignación de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII) y otras instituciones académicas y del sistema científico-tecnológico, sino que, por el contrario, se planifican importantes recortes, que, de concretarse, tendrían consecuencias muy negativas para la investigación y el desarrollo nacional, así como para la formación y retención de investigadores jóvenes en el país”. Agregan que “las recientes asignaciones presupuestarias planteadas por el gobierno son mucho menores que los recortes planteados a la ANII”
Más recursos y más diálogo para la investigación
La histórica asamblea tomó este miércoles dos resoluciones. La primera de ellas consiste en “manifestarse públicamente con relación a los recursos presupuestales actuales para la investigación en el Uruguay”.
A este respecto, los más de 900 investigadores de la Universidad de la República, la Universidad Católica, la Universidad ORT, la Universidad de Montevideo y el CLAEH y de institutos de investigación como el INIA, el IIBCE o el Institut Pasteur, entre otros, resolvieron manifestar su “más absoluta voluntad de diálogo con todos los actores nacionales con miras a estimular el desarrollo de la investigación en todas las áreas del conocimiento”.
Entendiendo que para ese desarrollo “es necesario apoyar la investigación con fondos suficientes”, se dirigen “a las autoridades y en particular al Poder Ejecutivo”, quien tiene la “iniciativa presupuestal”, solicitándoles “el cumplimiento del Acuerdo Nacional de Investigación e Innovación en Ciencia y Tecnología 2014, firmado por los partidos Nacional, Colorado, Independiente, y Frente Amplio, y reiterado por el actual gobierno en la campaña electoral, sobre el progresivo aumento del porcentaje del producto destinado a la inversión en ciencia y tecnología hasta llegar, en el quinquenio actual, al 1% del PBI”.
En relación a los recortes en la ANII, solicitan “un aumento significativo respecto al año 2019 de los fondos asignados a la ANII con destino específico a programas de financiamiento de la investigación y formación científica” como también, no sólo en la ANII, “un aumento significativo respecto al año 2019 de programas específicos destinados a la investigación y formación científica en instituciones académicas y programas de desarrollo científico-tecnológico”.
Finalmente, plantean “la necesidad de contar con espacios institucionales de participación, donde la voz de los investigadores tenga cabida en la gobernanza de la investigación científica y tecnológica en todas las áreas del conocimiento”.
Una voz representativa
La segunda resolución aprobada por mayoría establece la voluntad de “constituir una asociación de investigadoras e investigadores del Uruguay como una asociación civil y realizar los pasos necesarios para su consolidación institucional”.
Como primer paso para esa consolidación institucional, se designó una “Comisión Provisoria de Investigadores”, que funcionará “por un plazo no mayor a los próximos tres meses” y que deberá elaborar los estatutos de la asociación.
La Comisión Provisoria de Investigadores también fue facultada para representar a la sociedad en formación, organizar las elecciones de su Comisión Directiva, y además, para que “se reúna con actores gubernamentales y de la sociedad civil para instaurar una mesa de diálogo nacional con miras a discutir posibles nuevos programas de financiamiento de la investigación nacional” en nombre de la Sociedad de Investigadores.
De esta manera, quienes realizan investigación en el país dieron su primer paso en la fundación de una sociedad que los nuclee. Es otra forma de tener más y mejor ciencia. Y otra señal de madurez del sistema científico del país. Según la Ley 17.749, el 23 de mayo de cada año es el Día del Investigador, de la Ciencia y la Tecnología. Según los investigadores e investigadoras, ese día podría pasar a ser el 17 de marzo.