“Queremos ser parte de la discusión de la reestructuración del sistema científico-tecnológico del Uruguay”, dijo el astrónomo que junto a la economista Andrea Vigorito, Cecilia Quijano de la Facultad de Medicina, Alejo Menchaca y otros colegas integra el grupo preparatorio de la asamblea que tendrá lugar el miércoles.

¿Por qué hacer ahora esta Asamblea Nacional de Investigadores?

Hace tres años hubo una movida similar, pero el proceso no cuajó. Creo que lo que ha sucedido ahora es que hay una preocupación más generalizada de parte de los investigadores, al mismo tiempo la sociedad visualiza de mayor manera la importancia que tiene la ciencia por todo este proceso vivido con la pandemia, y, en cierta forma, hay una necesidad de los investigadores de que ese esfuerzo sea reconocido. Creo que la convocatoria ha tenido una respuesta muy masiva en función de la gran visualización que tuvo la comunidad científica el año pasado y de la poca respuesta del gobierno a esa visualización y ese reconocimiento de la sociedad.

Si bien hay distintas instancias o instituciones en las que hay científicos y científicas, hasta esta asamblea no había una que representara específicamente los intereses e inquietudes de quienes hacen investigación.

Pretendemos ser una instancia transversal, que cruce a todas las instituciones. Tenemos otro tipo de agremiaciones, como ADUR, que nuclea a los docentes de la Universidad de la República [Udelar], pero allí hay tanto docentes que hacen investigación como docentes que se dedican a la docencia u otro tipo de actividades. Esto está centrado en quienes investigan, entonces no sólo hay presencia de investigadores de la Udelar, sino de los varios institutos que hay en el país y también de las universidades privadas. No ha habido hasta ahora una organización que nucleara a toda esa gente.

¿Esperaban una adhesión tan grande?

Hay unos 1.964 miembros del SNI [Sistema Nacional de Investigadores] categorizados. Y si bien allí hay unos 1.300 que tienen dedicación total [DT] en la Udelar, hay unos 357 investigadores con DT que no están en el SNI. Eso da una población de 2.321 investigadores categorizados, ya sea por el SNI o por la DT, a los que podemos sumar una centena más en otras instituciones, como institutos de investigación o las universidades privadas. Estamos hablando entonces de una población de unos 2.400 investigadores e investigadoras en Uruguay. De ellos, en menos de una semana, se ha registrado para participar en la asamblea más de 50%, un número muy representativo de toda la población objetivo.

¿La idea es institucionalizar a los investigadores en algún tipo de asociación civil o algo similar?

Más allá de una declaración que pretendemos sacar sobre la situación de la ciencia y la tecnología en Uruguay, los recortes que ha habido y la necesidad de inversión, también está la intención de constituir una organización o sociedad de investigadores. Eso va a ser un proceso, porque se tiene que inscribir como asociación civil y tendrá que tener estatutos. No vamos a aprobar un estatuto en esta instancia, pero sí tenemos, si la asamblea lo aprueba, la idea de fijar la voluntad o la resolución de constituirse como sociedad de investigadores.

La constitución de una sociedad que nuclea a investigadores no es un dato menor en un año en el que, se supone, se empieza a reorganizar la institucionalidad científica del país. ¿Esta sociedad de investigadores podría estar sentada en algunos órganos de decisión y ejecución de política científica?

Sí, ese es otro de los motivos, que esta sociedad pueda ser un vocero calificado y representativo de la comunidad científico-tecnológica de Uruguay. Hay otros voceros, tanto públicos como privados, como la Academia Nacional de Ciencias, la propia Udelar o el Conicyt [Consejo Nacional de Innovación, Ciencia y Tecnología], pero sería un objetivo a alcanzar ser un vocero de la sociedad civil organizada en el ámbito de la ciencia y la tecnología. Pretendemos entrar en contacto con las otras institucionalidades y con las autoridades del Ministerio de Educación y Cultura [MEC], la ANII, etcétera. La comunidad de investigadores categorizados tiene una representación en el Conicyt que no ha sido ocupada desde hace tiempo; pretendemos que, ya sea por la sociedad de investigadores o por la promoción que hagamos desde la sociedad, haya un vocero en el Conicyt de la comunidad de investigadores. Obviamente queremos además ser parte de la discusión de la reestructuración del sistema científico-tecnológico de Uruguay.

¿El anuncio del MEC de partidas que totalizan unos 1,6 millones de dólares para reforzar áreas afectadas por el recorte de la ANII a dos días de iniciada la convocatoria para la asamblea frenó las adhesiones o, por el contrario, las hizo aumentar?

Creo que todavía falta una clarificación respecto del contenido de los anuncios. Dentro de ellos hay referencias a cuestiones que ya estaban establecidas o que se venían realizando desde antes. Por ejemplo, la convocatoria a proyectos de jóvenes investigadores del MEC, el Fondo Vaz Ferreira, ya se venía instrumentando cada dos años por parte del ministerio, por lo que ese dinero no es un aporte nuevo ni un refuerzo presupuestal para la ciencia. También resta saber si el aporte que hace UTE es nuevo o forma parte de lo venía haciendo el ente al fondo sectorial de energía, que era un aporte mucho mayor al planteado en ese anuncio. Anteriormente, en el marco de ese fondo sectorial, UTE hacía un aporte del orden del millón de dólares, y en este anuncio se maneja uno mucho menor [según el documento, serán 7,7 millones de pesos, unos 171.000 dólares]. Puede suceder lo mismo con el aporte del Banco de Seguros del Estado. Hay varias de estas cosas que a medida que aparezca la información concreta se irán dilucidando. Más allá de eso, en números globales consideramos que es insuficiente; el recorte es mucho más amplio que lo que se está planteando en esta instancia. De todas formas, la cantidad de investigadores que se anotaron para participar en la asamblea ha tenido un aumento continuo en estos días, no cambió debido a estos anuncios.

Digamos que los anuncios del gobierno no lograron aplanar la curva de la inscripción a la asamblea.

Creo que de cierta forma se reafirmó la necesidad de tener esta instancia esta semana. Lo único que está aplanando la curva es que ya se llegó a un número muy representativo de la población objetivo.

La última vez que Gonzalo Tancredi participó en una asamblea con tantas personas, Plutón quedó fuera del grupo de planetas del Sistema Solar. Con ciencia y evidencia, los cambios son posibles. Continuando con las alegorías astronómicas, el del miércoles puede ser un pequeño paso para los investigadores pero un gran paso la investigación científica en el Uruguay.