Si bien la visita más esperada por todo el país era la de las lluvias, las personas reunidas en la Sala de Actos de la Facultad de Ciencias de la Universidad de la República se preparaban para dar la bienvenida a una visitante más esporádica que el agua durante la sequía. Se trata de la física y secretaria vitalicia de la Academia Nacional de Ciencias de Francia, Catherine Brèchignac.
Brèchignac tiene una extensa carrera. Especializada en la física atómica y la nanociencia, ingresó al Centro Nacional de Investigación Científica de Francia (CNRS) en 1971. Interesada en la agregación de los átomos, desarrolló una línea de investigación relacionada con la física de los agregados en la interfase entre la materia diluida y condensada. Tras realizar avances en ese campo y con una impactante producción de artículos científicos publicados, en 2006 asumió la presidencia del CNRS.
Pero Brèchignac no se ocupó sólo de la física atómica, sino que, como marca su presidencia del CNRS, también dedicó tiempo y esfuerzo al quehacer de la ciencia, las condiciones para la investigación, las condiciones para el desarrollo científico y la relación entre la ciencia y la sociedad. Su interés en la cooperación científica internacional no era sólo discursivo, y la decana de la Facultad de Ciencias, Mónica Marín, destacó que ya en 2014, siendo Brèchignac secretaria vitalicia de la Academia de Ciencias de Francia, fue parte importante de la concreción del Primer Foro franco-uruguayo de Ciencia, Tecnología y Educación. Marín reconoció que luego de ese encuentro diversos grupos de investigadoras e investigadores de la Facultad de Ciencias iniciaron intercambios y conformaron grupos de trabajo con investigadores e instituciones francesas, “desarrollando colaboraciones que perduran hasta hoy”.
En la ceremonia de entrega del honoris causa, Brèchignac brindó una conferencia sobre el progreso científico y sus impactos en la sociedad del pasado, el presente y el futuro, y habló de la paradoja que se da en nuestros días, cuando la sociedad se acerca a la tecnología pero se aleja de la ciencia.
De hecho, citando su libro más reciente, habló de que estamos atravesando un retorno al oscurantismo, del que saldremos sólo si acercamos la ciencia a la sociedad y promovemos la cultura científica de la ciudadanía. Como bien viene proponiendo aquí toda una corriente de pensamiento, logran que los grandes problemas de la sociedad tengan eco en la ciencia, complementaría la visión dada por la ahora honoris causa.