Una clásica pregunta a la que se enfrentan quienes estudian organismos pequeños, como estos peces, es ¿para qué sirve estudiarlos? ¿Cuál creés que es la pregunta más interesante para hacerse hoy en día sobre el estudio de las austrolebias?

La pregunta “para qué sirve”, en mi opinión, no es aplicable a casi ninguna curiosidad o interés. ¿Para qué sirve la Mona Lisa? ¿Una escultura abstracta? Si queremos buscar el interés de estudiar los peces anuales me centraría en la alta capacidad de adaptación a ambientes tan hostiles, con mecanismos aún no totalmente desentrañados a diferentes niveles de su ciclo vital: diapausas, resistencia de los embriones a la desecación, variabilidad genética, etcétera.

El libro busca subsanar un vacío en materia de información en español sobre las austrolebias. ¿Se dirige al público general, a jóvenes estudiantes de biología, a estudiantes de secundaria, a una mezcla de todos?

El público objetivo es una mezcla de todos ellos. Es un libro que creo puede ser leído y generar interés en la sociedad en general. Son recursos biológicos de nuestra región, que desafían la comprensión de la evolución y la especiación, y que tienen como respaldo a un grupo interdisciplinario que viene trabajando en ellos desde hace más de 25 años. Nuestros resultados han atraído a grupos internacionales en la temática, con los cuales hemos formado un equipo.

De todas las investigaciones que se han hecho sobre las austrolebias y que se recogen en este libro, ¿cuál te ha sorprendido más?

Hay varios resultados sorprendentes: el genoma gigante que tiene este grupo, la regulación de las diapausas, el rápido envejecimiento, liderado por genes especiales, algunos con puntos en común con los reguladores de las diapausas, los mecanismos de selección sexual, la neurogénesis. Cada paso me ha asombrado y me genera más preguntas.

En materia de conservación de las austrolebias, ¿en qué estamos mejor y en qué estamos peor en comparación con los comienzos de tus estudios?

Estimo que los esfuerzos por conocer las estrategias de vida de los peces anuales y su distribución geográfica han mejorado el conocimiento y han hecho que al menos la comunidad científica esté atenta al cuidado de estas especies. Aun así hay algunas especies amenazadas que se encuentran en las listas rojas.

¿Qué creés que hace falta para mejorar ese aspecto?

Espero que la divulgación del tema en la sociedad contribuya a tomar conciencia de la importancia de cuidar la biodiversidad y el equilibrio del medioambiente. Ojalá este libro pueda aportar a este objetivo.