“El secretario de la Presidencia, Alejandro Sánchez, encabezó una reunión con integrantes de la comunidad científica, el lunes 29 de diciembre, en la Torre Ejecutiva. En esa ocasión, se anunció que David González será el titular de la Secretaría Nacional de Ciencia y Valorización del Conocimiento”, comienza diciendo un escueto comunicado publicado por Presidencia en su sitio web a última hora de la tarde del lunes.

“La institucionalidad fue creada en la ley de presupuesto nacional 2025-2029 y se encargará de proponer al Poder Ejecutivo políticas en materia de ciencia, tecnología e innovación, en función de los objetivos nacionales de desarrollo”, sigue el comunicado, que agrega que “también será responsable de fomentar la investigación y la generación de conocimiento, promover la formación de profesionales e investigadores altamente calificados”, así como procurar “su inserción laboral en instituciones académicas y centros de investigación y desarrollo, contribuir “a la transferencia de los resultados de investigación, conocimientos y tecnologías al sector público, los sectores de la producción y la sociedad” y, finalmente, “junto con el programa Uruguay Innova y organizaciones correspondientes” –entre las que está el Consejo Nacional de Innovación, Ciencia y Tecnología (Conicyt)– coordinar “la elaboración de un nuevo Plan Estratégico Nacional en Ciencia, Tecnología e Innovación, que será elevado al Poder Ejecutivo para su aprobación”.

El nombre de David González sonaba con fuerza para el cargo en el último mes. El comunicado de Presidencia confirma lo que se decía en conversaciones de pasillos y la comunidad científica.

Parar para seguir andando

En conversación con la diaria, el futuro Secretario Nacional de Ciencia y Valorización del Conocimiento, David González, contó que presentó su renuncia a la dirección del Programa de Desarrollo de las Ciencias Básicas (Pedeciba), que queda efectiva a partir del 31 de diciembre, y que quien lo suceda allí será elegido en febrero de 2026 mediante elección entre las candidatas y candidatos que se postulen, quedando hasta entonces al frente la subdirectora Silvia Llambí.

“Al dejar la dirección del Pedeciba vuelvo a mi cargo de dedicación total en Facultad de Química, pero voy a pedir licencia sin goce de sueldo a partir de que la Secretaría comience a pagar el sueldo correspondiente, lo que requiere un decreto”, adelanta David. “En el cargo que tengo en el directorio de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII) podría seguir, porque es un cargo honorario, pero voy a tratar de irme lo más rápido posible, ya que la Secretaría tiene que contribuir al diseño de políticas y la ANII tiene que ejecutarlas, lo que es como estar de los dos lados del mostrador”, reflexionó. Pero dado que por ahora el directorio tiene sólo tres de sus cinco cargos designados, David González afirmó que permanecerá allí hasta que el Ejecutivo nombre a otro director o hasta que el Conicyt nombre a sus dos representantes, “de lo contrario, la ANII no podría funcionar”.

Segundo químico en asumir el desafío de una secretaría de ciencia

“Sin dudas asumir como secretario Nacional de Ciencia y Valorización del Conocimiento es un gran desafío”, confiesa David, aunque reconoce que “hace ya bastante tiempo” que hizo un “movimiento hacia la gestión” en su carrera, por lo que sus “aportes a la investigación eran prácticamente nulos”.

“Esto me gusta, me parece que es una buena oportunidad. Además creo de corazón que Uruguay precisa tratar de ordenar su sistema científico. Esto no es refundacional en lo absoluto, sino un eslabón más en toda una cadena. Vamos a conversar con el Conicyt para elaborar el nuevo Pencti [Plan Estratégico Nacional en Ciencia, Tecnología e Innovación] y para discutir la ley de ciencia, tecnología e innovación que el parlamento nos encomendó elaborar”, reseña David. “Igual, como eso llevará su tiempo, en el interín hay que ir haciendo cosas por los investigadores, por los posdocs, por la gente que está más colgada del pincel y para que lo que hay de ciencia e investigación en Uruguay no decaiga. La situación no es fácil, la plata es escasa y hay que salir a pedir más. Así que hay un montón de trabajo para hacer”, dice sobre lo que tiene inmediatamente por delante.

“Es evidente que lo que viene por delante va a requerir un diálogo complejo, hay muchas opiniones y la discusión presupuestal, no hay que ser ingenuos, dejó gente enojada. Sobre todo eso hay que construir y tratar de articular”.

En el segundo gobierno de Tabaré Vázquez se creó una Secretaria de Ciencia y Tecnología. También en aquella ocasión se designó como secretario a Eduardo Manta, otro investigador de la química. “Fui el primer estudiante de posgrado de Eduardo, que incluso me ha dicho que siempre me voy metiendo en los mismos malos lugares que se ha metido él”, comenta David. Esperemos que allí terminen las coincidencias, porque en aquella ocasión la Secretaría nació tarde, sin presupuesto, y encima no se le dio poder real para hacer transformaciones y cumplir con los cometidos para los que había sido creada.

“Es cierto que aquella Secretaría nunca tuvo recursos ni se le asignaron más de dos personas. Ahora hemos logrado armar un equipo interesante sin generar más gasto”, admite David. “El asunto es mover las cosas, generar ideas y esperar que empiece a aparecer un poco de dinero para ejecutar políticas realmente”.