El auge de los celulares con cámaras, la omnipresencia de internet y una creciente curiosidad de la población por la naturaleza, ha llevado al desarrollo de varias plataformas en las que se realizan registros de la biodiversidad. Una de ellas, NaturalistaUY, un nodo local de la internacional iNaturalist, ya ha probado su valor en reiteradas ocasiones, por ejemplo, al mostrar el avance de la planta exótica invasora garra de león (Carpobrotus edulis) o en la pérdida de diversidad de carnívoros en la región.
NaturalistaUy es una red en la que las personas suben registros fotográficos o sonoros de distintos organismos, y la comunidad, en la que hay expertas y expertos de diversos grupos taxonómicos, ayudan a su identificación. Se trata de una valiosa herramienta para conocer nuestra biodiversidad, conectar a entusiastas de la observación de la naturaleza y, al mismo tiempo, acceder a información extremadamente valiosa. Es el caso de un registro que da pie a esta breve nota.
Con fecha del mes de noviembre, un usuario de NaturalistaUY subió un registro fotográfico de lo que sin dudas se trata de un picudo rojo (Rhynchophorus ferrugineus). Si bien las coordenadas del registro permanecen ocultas por decisión del usuario, la plataforma localiza el registro en el departamento de Rocha, en una zona muy cercana al límite con Maldonado. Por allí se localiza justamente el Área Protegida Laguna Garzón.
Zona del país donde se reportó picudo rojo.
Foto: NaturalistaUY
La presencia de un único picudo rojo podría ser un hecho puntual ocasional —por ejemplo el insecto podría haber llegado en un vehículo—, o podría tratarse de el primer caso conocido de la expansión de su población en nuestro territorio. Por lo tanto, tanto la comunidad de Rocha, como los autoridades competentes, deberían estar atentas para determinar si se trata de un caso aislado (lo más deseable) o un tema que debiera generar genuina procupación.
Los picudos rojos y nuestros palmares nativos
El picudo rojo es originario del sudeste asiático pero comenzó a expandirse por distintas partes del globo desde hace cincuenta años debido al comercio de palmeras, plantas que elige para poner allí sus huevos. Tras eclosionar, las larvas comienzan a devorar la palmera desde dentro, ocasionando generalmente su muerte. En nuestro país su presencia se detectó oficialmente en 2022, y desde entonces ha mostrado una gran predilección por las palmeras exóticas Phoenix canariensis, conocidas coloquialmente como palmeras fénix o canarias. Sin embargo, también se ha constatado que a infestado a palmeras nativas como las Butia odorata, las que forma los palmares que pueden verse en los departamentos de Rocha y Treinta y Tres, y las Butia yatay, que forma los palmares que pueden verse en Río Negro y Paysandú. También se han reportado casos de infestación a la palmera pindó (Syagrus romanzoffiana).
Los palmares de Rocha no gozan hoy de buena salud. Conformados mayormente por individuos longevos, la presión ganadera y agrícola ha dificultado la reposición de los adultos por ejemplares juveniles. De hecho, uno de los pocos lugares donde las palmeras nativas crecen espontáneamente es al costado de las carreteras, dado que allí el ganado no logra comerse los juveniles. La llegada del picudo rojo a Rocha es por tanto una pésima noticia para la ya exigida subsistencia de las palmeras butiá.
El seguimiento y control de la invasión del picudo rojo pasó de manos del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca al Ministerio de Ambiente en mayo de 2025, donde se definió que el liderazgo al respecto recayera sobre el Comité de Especies Exóticas Invasoras.