En el debate sobre el [proyecto de ley acerca de la eutanasia, aprobado recientemente en la Cámara de Diputados, frecuentemente se habló, más que nada quienes se oponían al proyecto, acerca de la necesidad de avanzar con la implementación y el acceso a los cuidados paliativos.
Más allá de que, como señaló a este medio el diputado y médico Luis Gallo, plantear una oposición entre eutanasia y cuidados paliativos es un error, dado que “la eutanasia no se contrapone nunca a los cuidados paliativos, sino que se complementan”, una reciente publicación científica nos permite mirar esta arista del debate desde una visión más global.
Titulado algo así como Primer ranking mundial de cuidados paliativos: Mapa Mundial 2025 según el nuevo marco de la OMS, el artículo publicado nos permite justamente ver en qué lugar, dentro del contexto global, se encuentra la implementación y el desarrollo de los cuidados paliativos en nuestro país.
En el trabajo, liderado por Vilma Tripodoro, del Observatorio Global de Cuidados Paliativos Atlantes y del Instituto de Cultura y Sociedad de la Universidad de Navarra, España, Uruguay se cuela entre el 12% de los 201 países analizados con la “vara” actualizada de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que calificaron con el nivel más avanzado de implementación de los cuidados paliativos.
¿Quiere decir esto que, dijera Jorge Batlle, we are fantastic? Claro que no: aún quedan muchos escollos a resolver en nuestro país para garantizar el acceso universal a esta atención de salud que se considera un derecho humano, como bien expuso una nota publicada este año en la sección Salud. Sin embargo, esta clasificación mundial muestra, lejos de toda pasión y posición personal sobre la eutanasia, que sólo ocho países superan a Uruguay en el desarrollo e implementación de los cuidados paliativos.
Así las cosas, vayamos a ver más en detalle el trabajo de Vilma Tripodoro y sus colegas, y veamos unos rankings regionales y globales en los que nuestro país sale bien parado.
Una implementación desigual
“Desde la resolución de la Asamblea Mundial de la Salud de 2014, que insta a la integración de los cuidados paliativos en las estrategias nacionales de salud, el reconocimiento mundial de estos como una prioridad sanitaria ha aumentado”, comienza diciendo el artículo. De acuerdo con un estudio que se cita, el “sufrimiento grave relacionado con la salud” aumentó 74% entre 1990 y 2014, y afecta a unos “73,5 millones de personas”, de los que “80% se encuentra en países de ingresos bajos y medianos”. Más aún, este sufrimiento grave relacionado con la salud “se concentra en mujeres de 20 a 49 años en países de bajos ingresos y en mujeres mayores de 70 años en países de altos ingresos”. Por todo eso, señalan que “reducir el sufrimiento prevenible mediante el acceso equitativo a la atención es esencial”.
El seguimiento de cómo los cuidados paliativos se vienen implementando en el globo se materializó en 2006 en un “primer Mapa Mundial” que empleó la opinión de expertos y fuentes no sistematizadas. La metodología fue cambiando para el segundo Mapa Mundial, que salió en 2011, y para el tercero, publicado en 2020, que mostraron “disparidades globales persistentes”. Vilma Tripodoro y sus colegas entonces relatan que en 2021 la OMS introdujo un “nuevo marco” para evaluar los cuidados paliativos, que fue el que se empleo para el cuarto Mapa Mundial que dan a conocer.
Analizando los cuidados paliativos en seis niveles
El nuevo marco de análisis consta de 14 indicadores medibles agrupados en seis dominios: “Empoderamiento comunitario, políticas, investigación, educación, medicamentos esenciales e integración de servicios”. Por ejemplo, en la dimensión “empoderamiento de las personas y las comunidades”, se evaluó la “existencia de grupos dedicados a promover los derechos de los pacientes que necesitan cuidados paliativos”. En la dimensión “políticas de salud” se evaluó la “existencia de un plan, programa, política o estrategia nacional vigente de cuidados paliativos con un marco de implementación definido”, la “inclusión de los cuidados paliativos en la lista de servicios de salud prestados en el nivel de atención primaria en el sistema nacional de salud” y la “existencia de una autoridad nacional de coordinación de cuidados paliativos (identificada como unidad, rama, departamento) en el Ministerio de Salud (o equivalente) responsable de los cuidados paliativos”.
Por su parte, en el dominio “investigación” se evaluó si en cada país había “congresos o reuniones científicas a nivel nacional relacionadas específicamente con los cuidados paliativos” o si había “artículos revisados por pares” que abordaran la temática. El apartado dedicado a los “medicamentos esenciales” escudriña en “el consumo anual de opioides reportado, excluyendo metadona”, la “disponibilidad de medicamentos esenciales para el dolor y cuidados paliativos en todos los niveles de atención” y la “disponibilidad general de morfina oral de liberación inmediata (líquida o en tabletas) en el nivel primario” de atención.
El aspecto “educación y formación” releva la “proporción de facultades de medicina y enfermería con formación académica en cuidados paliativos en sus planes de estudio de grado” así como la existencia en el país de la “especialización en medicina paliativa para médicos”. Finalmente, la dimensión “servicios integrados de cuidados paliativos” evaluó el “número de programas especializados de cuidados paliativos en el país por población” así como el “número de programas especializados de cuidados paliativos para la población pediátrica”.
Como dato curioso para estas latitudes, destaquemos que el observatorio Atlantes realizó un plan piloto para poner a punto este marco de evaluación en tres países: Benín, Marruecos y... Uruguay.
El equipo de investigadores reporta que “los datos se recopilaron mediante estudios transversales nacionales, empleando un enfoque de métodos mixtos que combinó puntuaciones cuantitativas con justificaciones narrativas y evidencia documental”. También señalan que “expertos nacionales revisaron los perfiles de los países y, cuando fue posible, los avalaron las asociaciones nacionales de cuidados paliativos”. La toma de datos se realizó entre diciembre de 2023 y marzo de 2025, y abarcó 201 países. La adhesión fue alta: respondieron el 91% de los países de África y de América, 93% de los de Europa, 86% de los del Mediterráneo Oriental y 80,5% de Sudeste Asiático y el Pacífico Occidental.
Puntuando y agrupando a los países por sus cuidados paliativos
Por medio de estos 14 indicadores, “que reflejan el desarrollo del sistema en seis dimensiones del marco de la OMS”, se confeccionó una “Puntuación global de desarrollo de cuidados paliativos”. Además del puntaje obtenido, los países fueron agrupados de acuerdo con cuatro niveles de desarrollo de los cuidados paliativos: emergente, en progreso, establecido y avanzado.
En el nivel emergente están los “países con un desarrollo mínimo o nulo de los cuidados paliativos”. Son los que “suelen carecer de políticas, servicios, educación y acceso a medicamentos básicos”. Los países “con un desarrollo inicial y desigual en varios componentes, con iniciativas aisladas sin integración sistémica”, fueron agrupados bajo el nivel “en progreso”, mientras que los “países con un desarrollo más consistente en todas las dimensiones, incluyendo servicios reconocidos y marcos de políticas, aunque con brechas que persisten”, se incluyeron en el nivel “establecido”.
Finalmente, los países “con altos niveles de integración, acceso, cobertura y mecanismos de gobernanza”, y en los que se constata una “implementación y un seguimiento continuos de las políticas”, se consideraron dentro del nivel “avanzado” en el desarrollo de los cuidados paliativos.
Uruguay entre los países de avanzada
El trabajo reporta entonces que “de los 201 países evaluados, sólo 24 (12%) alcanzaron el nivel de desarrollo ‘Avanzado’”, y destaca que ese grupo “incluye, entre otros, a Alemania, el Reino Unido, los Países Bajos, Australia, Irlanda, Tailandia y Uruguay”. ¡Opaaa!
Mirando el material suplementario, podemos ver que nuestro país obtuvo 3.538 puntos en la “Puntuación global de desarrollo de cuidados paliativos”. ¿Dónde nos deja ese puntaje dentro del selecto grupo de 24 países que alcanzaron el nivel “avanzado”? Veamos la lista.
Los 3.538 puntos de Uruguay lo posicionan en el puesto noveno a nivel mundial, sólo superado por Países Bajos, el Taipei Chino (Taiwán), Austria, Australia, Suiza, Noruega, Suecia y Alemania. De hecho, es el único país de toda América que está entre las primeras diez posiciones. Costa Rica, el segundo país americano mejor ranqueado, aparece en el puesto 17, mientras que Chile y Estados Unidos empatan en la posición 22.
En el contexto de América, Uruguay lidera al grupo de cuatro países que lograron el nivel avanzado. Nuestros vecinos, Brasil y Argentina, alcanzaron sólo la categoría “establecido”.
Un mundo desequilibrado
El artículo reporta que “75 países (37%) cayeron dentro de la categoría de desarrollo ‘emergente’”, lo que es preocupante porque abarca a “más de 900 millones de personas”. Los autores del reporte señalan entonces que “este marcado desequilibrio ilustra la urgente necesidad de ampliar el desarrollo de los cuidados paliativos, en particular en los países de ingresos bajos y medios”.
Mapa mundial de cuidados paliativos 2025 - Tomado de Universidad de Navarra - Observatorio Global Atlantes.
“Los resultados revelan marcadas desigualdades: más de la mitad de la población mundial vive en países con niveles de cuidados paliativos ‘emergentes’ o ‘en progreso’”, destacan. “A nivel mundial, los medicamentos esenciales y la educación especializada son las dimensiones más subdesarrolladas, especialmente en países de los niveles ‘emergente’ y ‘en progreso’, que abarcan a casi la mitad de la población mundial”, dicen Tripodoro y sus colegas, remarcando que esas brechas “también existen en algunos países de los niveles ‘establecido’ y ‘avanzado’”.
Luego destacan que “si bien los países occidentales de altos ingresos dominan los primeros puestos, logros regionales como los de Tailandia, Chile, Uruguay y Costa Rica demuestran que es posible lograr avances significativos a pesar de la escasez de recursos”, y apuntan que ese conjunto de países, donde está el nuestro, ofrecen “valiosos modelos para el aprendizaje y la adaptación regional”.
Artículo: First-ever global ranking of palliative care: 2025 World Map under the new WHO framework
Publicación: Journal of Pain and Symptom Management (agosto de 2025)
Autores: Vilma Tripodoro, Jesús López, Juan Pons, Stephen Connor, Eduardo Garralda, Fernanda Bastos, Álvaro Montero, Laura Monzón, Ana Béjar, Daniela Suárez y Carlos Centeno.