Recortes de programas educativos, falta de recursos humanos y fallas de infraestructura. Esos son algunos de los problemas que presentan las 11 escuelas de UTU en el departamento de Colonia en el inicio del ciclo lectivo, explicó a la diaria Guillermo Chevalier, delegado coloniense en la dirección nacional de la Asociación de Funcionarios de UTU (AFUTU).
“Hay realidades que rompen los ojos, como la ausencia de adscriptos, que son figuras claves en las trayectorias de los estudiantes y en el funcionamiento de la institución al inicio de las clases”, subrayó el docente y dirigente gremial.
Chevalier explicó que en la Escuela Técnica de Juan Lacaze las clases empezaron sin la presencia “de dos profesores adscriptos que mínimamente debería haber habido de acuerdo a la cantidad de grupos”. “Los adscriptos mantienen un contacto permanente con los alumnos y con sus familias, y son los nexos de esas realidades con la actividad que desarrollan los profesores”, recordó.
Las funciones de los adscriptos, señaló el sindicalista, “se repartieron entre la dirección de la institución y los docentes”. “Ahora se designó a los funcionarios, pero la primera semana no hubo, y fue en un momento trascendente, cuando llegaron los estudiantes de primer año”, dijo.
Chevalier consideró que lo que sucedió con la designación de los adscriptos en la UTU de Juan Lacaze “es un ejemplo de la improvisación de las autoridades”. “Eran cosas que debieron resolverse con mucha antelación, y el viernes antes del inicio de clases se realizó la elección de horas. Son errores de la gestión que ocasionan una cantidad de problemáticas”, lamentó.
La falta de personal de servicio en las diferentes escuelas “es otro tema grave que tenemos en UTU”. “Es un problema histórico, el personal de servicio no da abasto para realizar la limpieza de los salones y se recurre a la contratación de cooperativas sociales”. El dirigente recordó que la posibilidad de contratación de personal directo “siempre ha estado en la mesa”, pero las autoridades han elegido “contratar empresas tercerizadas, que es una forma de precarización laboral”.
Chevalier también criticó los recortes de las propuestas educativas. “Es lo más grave que está pasando en este nivel de enseñanza. Están eliminando los programas FPB [Formación Profesional Básica], que es una propuesta educativa diseñada para los estudiantes que más necesitan, que son quienes han sido expulsados del sistema, que no han terminado el ciclo básico”.
Los problemas de infraestructura
Los locales que tiene UTU en Colonia permiten que “se respetan los protocolos de distanciamiento y las normas básicas de higiene en el contexto de pandemia”, explicó Chevalier. Sin embargo, puntualizó que la infraestructura de la UTU en Colonia del Sacramento “presenta fallas e instalaciones sanitarias obsoletas; el año pasado allí hubo problemas con el abastecimiento de agua potable, y eso es algo que no puede volver a repetirse en esta situación que atravesamos”.