Hasta octubre pasado, y durante dos años y medio, en un pequeño local lindero al club Los Pinos, ubicado en el balneario homónimo, en Colonia, funcionó la biblioteca infantil y adolescente El sonido de los libros. Se trataba de una propuesta cultural, abierta y gratuita, que además de realizar préstamos domiciliarios de libros ofrecía diferentes actividades artísticas, como música y teatro.

Gabriela Mirza y Santiago da Rosa, quienes se dedican a la mediación lectora y a la música desde hace años, fueron los promotores de esta iniciativa. La pareja se instaló hace cinco años en Los Pinos y casi de forma inmediata comenzó a organizar actividades culturales gratuitas para niños en casas de vecinos y amigos. “A partir de esa experiencia se vio la necesidad de tener una biblioteca abierta y pública en el balneario, para que pudiera acceder más gente a lo que estábamos haciendo”, comentó Mirza a la diaria, en una entrevista a mediados de setiembre del pasado año.

Tras descubrir que en el club Los Pinos existía un pequeño local que no estaba siendo utilizado, la pareja planteó abrir una biblioteca abierta y gratuita en ese lugar a la comisión directiva de esa institución. “Nos dieron la autorización, y así, en abril de 2019, comenzamos a desarrollar la biblioteca de niños y jóvenes con préstamos gratuitos de libros; además, se generaron un montón de actividades culturales a partir del apoyo de conocidos y amigos que también colaboran de modo honorario”, agregó.

A pesar de que ese trabajo ha sido reconocido por todos aquellos que viven y veranean en Los Pinos, el año pasado las autoridades del club les solicitaron que devuelvan ese pequeño local, “ya que lo necesitan como depósito, para guardar pelotas, y para que duerma una persona que en el verano va a trabajar en la cantina”, relató Mirza.

Los miembros de la comisión directiva del club Los Pinos se mostraron inflexibles a los reclamos efectuados por vecinos, conocidos y amigos de El sonido de los libros para que la biblioteca permanezca abierta en ese lugar, y tampoco aceptaron responder los requerimientos de la prensa. Respondieron que aceptarían que la biblioteca siguiera allí sólo a cambio del pago de un alquiler, que resultaría difícil abonar para cualquier institución cultural que funciona de modo gratuito.

En procura de un local

Tras el desalojo, Mirza y Da Rosa se dedicaron a grabar un disco y a realizar actuaciones en diferentes centros CAIF instalados en el departamento de Colonia mientras buscan un nuevo local para instalar la biblioteca El sonido de los libros. “Hemos continuado compartiendo los libros, realizando préstamos domiciliarios, y estamos en la búsqueda de un espacio de acceso público donde podamos instalar ese servicio que tanto queremos y que es imprescindible para la infancia”, comentó Mirza en diálogo con la diaria. Y agregó que “nuestra idea es mantener ese servicio gratuito y contar con espacio para desarrollar actividades para la primera infancia y para los niños en general.” “Estamos con muchas ganas de postularnos a diferentes fondos para traer la cultura de buena calidad para la infancia, pensando en el desarrollo cultural de la zona”, adelantó.