Durante abril y mayo, caminos vecinales y rutas nacionales son colmados por convoys de maquinarias agrícolas y camiones que se trasladan de un campo a otro, con el objetivo de cosechar y cargar uno de los principales cultivos de Uruguay: la soja.

La intención de siembra de cultivos de verano para la zafra 2021/2022 fue estimada en 1.154.400 hectáreas, siendo la soja el principal grano de siembra, con 85% del área total.

Los primeros meses de la soja en la tierra no fueron los mejores. Gran parte del área se sembró con bajos niveles de humedad en suelo, y una seca podía jugar una mala pasada. Para el ingeniero agrónomo Maximiliano Rossotti, “la siembra fue muy complicada debido al déficit hídrico que en ese momento había en el suelo”.

Rossotti se desempeña como técnico comercial en Agropecuaria Valdense, empresa dedicada al sector agropecuario desde hace más de 20 años.

“Abarcamos toda la zona este del departamento de Colonia, sobre las rutas 53 y 1. También realizamos seguimientos de cultivos a productores de San José, Manantiales y Riachuelo, entre otros”, comentó el ingeniero en diálogo con la diaria.

La zafra de soja por el momento “ha sido muy buena, pero todavía nos falta un punto importante que es la cosecha y ver el rendimiento total que obtuvimos”. “Luego de unos primeros meses complicados por la falta de agua, la lluvia de la segunda quincena de enero mejoró a todos los cultivos”, afirmó. Esas lluvias hicieron que “las plantas comenzaran a tener mucho vigor, y un alto porcentaje de biomasa”.

“La soja tiene el poder de amortiguar y resistir ante adversidades como la seca, y cuando le llegan las condiciones aptas, tiene la capacidad de explotar su potencial”, explicó el agrónomo.

Rossotti dijo que “en momentos de mayor importancia para el cultivo de soja, como lo son los períodos de floración y llenado de granos, también llovió, y eso hizo que hoy se vean rendimientos muy interesantes”.

El departamento de Colonia lleva pocos días de cosecha. De todos modos, ya se puede sacar números de rendimientos con información sobre el grano y su destino. Rossotti comentó que “en la zona de Valdense estamos con rendimientos entre 3.200 y 4.000 kilos por hectárea de soja”. El grano “es lindo, pesado y sanitariamente correcto”, agregó.

Si todas las condiciones son aptas, “el camión se carga en la chacra y lo enviamos directamente al puerto, y según la ubicación del campo, vemos si el destino más cerca es Nueva Palmira o Montevideo”.

“Esta zafra tiene la particularidad que a los buenos rindes que venimos teniendo, acompaña un gran precio por tonelada, que ha llegado a picos de 650 dólares por tonelada, y no siempre pasa”, afirmó Rossotti.

El director de la filial coloniense Unicampo Uruguay, el ingeniero agrónomo Juan Pablo Viera, dijo a la diaria que “los precios de las sojas están en sus máximos históricos” y agregó que “lo interesante de esto es que gran parte de los costos incurridos en soja son con precios previos a la suba, tanto en productos agroquímicos y fertilizantes como en las semillas”. Para Viera, el productor “va a poder capitalizar la suba del precio de los granos”.

Expectativa en Nueva Palmira

Para el alcalde de Nueva Palmira, el nacionalista Agustín Callero, “estos meses se viven de una manera diferente por la gran cantidad de camiones y de personas que pasan por nuestra ciudad”.

Consultado sobre el rol que ocupa el municipio en este período, Callero dijo a la diaria que “básicamente nos involucra y nos ocupa el movimiento que se genera en la ciudad”. Además, “apoyamos y cooperamos con la Policía y Caminera para tener un mayor control de la ruta”.

El alcalde dijo que por Nueva Palmira “pasa 75% de los granos que se cosechan” en el país. “Eso hace que haya una cantidad de gente involucrada” dijo, y agregó que “muchos servicios se mueven en torno a la zafra de soja”, como talleres, gomerías, puestos de comida, entre otros. Además, las empresas contratan a empleados zafrales “para todo tipo de trabajo, como el calado de los camiones y el análisis de granos en los laboratorios”, detalló.

Un tema que preocupa en esa localidad es la cantidad de camiones que se juntan a la espera de poder descargar en las acopiadoras de granos que trabajan en la terminal portuaria de Nueva Palmira. Al respecto, Callero dijo que “ya hemos visto colas de tres kilómetros, aproximadamente, de camiones a la espera de pesar y descargar”. “Tenemos un cuello de botella que es difícil de solucionar, pero estamos atentos y colaborando con las autoridades para que no suceda ningún inconveniente”, finalizó.