El domingo 10, a las 19.45, en la sala Carlos Aguilera de la Fundación Isabel Artús de Colonia Valdense se exhibirá La casa de Luisa, un audiovisual sobre la casa de Luisa Cuesta en Mercedes, Soriano, Uruguay.
Este audiovisual fue producido en 2022, en el marco de un proyecto impulsado por los docentes del Departamento de Historia Americana de Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación (FHCE) de la Universidad de la República Jimena Alonso y Javier Correa Morales e integrantes de la Comisión Memoria, Justicia y contra la Impunidad de Soriano, con el apoyo de la Comisión Sectorial de Extensión y Actividades en el Medio.
La figura que reinvindica ese documental es conocida: Luisa Cuesta, luchadora por los derechos humanos y una de las fundadoras de Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos, que falleció a los 98 años en 2018.
Luisa nació el 26 de mayo de 1920 en Montevideo, pero desde que su madre murió, cuando ella tenía cinco años, fue criada por su hermana mayor en Mercedes, Soriano, junto a su hermano Gerardo, otra víctima de la dictadura. Trabajó en un taller de chapa y pintura, y estuvo varios meses detenida en 1973. Al igual que María Almeida de Quinteros –Tota–, Luz Ibarburu y Amalia Mercader, estuvo entre las figuras más emblemáticas de la lucha por verdad y justicia en la sociedad uruguaya.
El único hijo de Luisa, Nebio Ariel Melo Cuesta, nació el 4 de diciembre de 1943 en Mercedes, Soriano. Fue criado sólo por ella. Era militante del Partido Comunista Revolucionario y durante su exilio en Buenos Aires contribuyó a la creación de la Unión Artiguista de Liberación. El 8 de febrero de 1976, militares y policías lo apresaron junto a un compañero en un bar de la capital argentina, y eso es lo último que sabemos de él con certeza. Según testimonios e investigaciones, Nebio puede haber sido uno de los uruguayos trasladados a Uruguay después de su detención.
En diálogo con la diaria, el historiador Javier Correa Morales comentó que la figura de Cuesta “es reconocida como una luchadora que mantuvo su actividad, prácticamente, hasta su fallecimiento”, pero que “hubo otras vidas de Luisa que transcurrieron en Mercedes, como trabajadora, militante social y política, y como madre”. En ese sentido, Correa expresó que la casa de Luisa Cuesta en Mercedes, “según recuerdan quienes la frecuentaron, siempre estaba abierta”, y por ello “quisimos profundizar en el proyecto que se transformó en audiovisual”.
El investigador destacó que este documental permite “reconstruir la figura de Luisa Cuesta como sindical y política”, “sistematizar las memorias, anécdotas y actividades sobre su casa”, que “se convirtió en un lugar histórico, representativo de una época”. Además, el documental ofrece la posibilidad de “conocer y analizar actividades sociales y políticas que se realizaron en una ciudad del interior del país -en este caso Mercedes-”, y “descentrar el clásico relato proveniente de Montevideo”, entre otras cosas.
Ficha técnica
El equipo que trabajó en la realización de este documental estuvo integrado por Marcelo Goyos (guion y edición), Alejandra Planel (color), Agustina Giovio Márquez (fotografías), Natalia Comesaña Arenene (ilustraciones), Carlos Hornos y Enzo Ortega (cámaras en Mercedes), Nicolás Hannay (cámara en Montevideo). La música: Canción para Luisa, a cargo de Damián Berger Arambarri e Ignacio Cherro Olmo. Difusión y comunicación: Rita Cabrera y Agustina Giovio Márquez. Además, ese equipo contó con la participación de Agustina Giovio, estudiante de la carrera de Técnico en Tecnologías de la Imagen Fotográfica del Centro Universitario Regional Litoral Norte, y de dos estudiantes del profesorado de Historia del Centro Regional de Profesores del Suroeste, Juliana Ferreira y Nahuel Duclós.
La realización del documental fue financiada por la Comisión Sectorial de Extensión y Actividades en el Medio (Udelar) - Convocatoria a Actividades en el Medio; Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, Udelar; Comisión Memoria, Justicia y contra la impunidad – Soriano.