Hace varios años el ingeniero francés Pierre Catteau llegó al departamento de Colonia para trabajar en el dragado del canal Martín García. Retirado de la labor profesional y aquerenciado en costas uruguayas, Catteau se trazó la misión de viajar por diferentes caminos y retratar rostros que den cuenta de la diversidad existente en ese departamento. Ese trabajo derivó en 250 fotografías que serán expuestas en marzo en una muestra que se realizará en el Centro Cultural Bastión del Colonia del Sacramento.
En diálogo con la diaria, Catteau relató que conoció Colonia del Sacramento en 1995 por razones laborales. “Estuve trabajando tres años en esa tarea, en el dragado del canal Martín García y retorné a Europa” y “recién jubilado, decidí volver y radicarme en las inmediaciones de Colonia del Sacramento, en el área rural”, contó.
En Colonia del Sacramento puede disfrutarse “de hermosos atardeceres o de caminar por las calles de adoquines de su barrio histórico, por ejemplo”, pero no fueron esos los motivos que determinaron el retorno de Catteau a Uruguay. “A mí me llamaron la atención algunas cosas que descubrí en estas tierras y que yo había disfrutado hace más de 50 años durante mi infancia en el norte de Francia, como la generosidad, la paciencia y la predisposición de la gente para entablar un diálogo, para detenerse a conversar sin mayores apuros”, explicó.
Ahora dedicado a la fotografía, entre otras actividades, el hombre relata: “Me sentí atraído por la calidad y la diversidad de su gente”. “Me pareció importante llevar esas dimensiones al espacio de las fotografías, al retrato de los habitantes del departamento de Colonia”, consideró.
Por ello, hace un tiempo Catteau inició un recorrido por pueblos, ciudades y la zona rural, buscando mujeres y hombres de casi de todas las edades. Gracias a ese trabajo logró retratar a 250 personas, entre ellos, niños, trabajadores, empresarios, artesanos, mujeres y hombres, que habitan en este departamento uruguayo. “De ese modo conocí a habitantes de Riachuelo, Colonia del Sacramento, Carmelo, Ombúes de Lavalle, Miguelete, Juan Lacaze, entre otros lugares, que me permitieron retratar sus rostros a través de esas fotografías que posteriormente logré revelar manualmente en mi cuarto oscuro”, relató. Algunas de esas fotografías fueron intervenidas libremente por sus amigos, los artistas plásticos Diego Bianki y Jorge Perico Carbajal.
Tras años de estar abocado a esa labor, finalmente, en pocas semanas, Catteau expondrá esos retratos en el Centro Cultural Bastión del Carmen de Colonia.
Catteau sostiene que, a partir de la masificación de los teléfonos celulares con cámaras y de las redes sociales, “la fotografía se ha transformado en algo rápido e inmediato, y que la mayoría de esas imágenes que tomamos con esos dispositivos no tendrán mayor trascendencia en el futuro”. Sin embargo, “la fotografía que se revela y se traslada al papel puede transformarse en un recuerdo, en un documento familiar que logre pasar a la posteridad”, sostuvo el artista francés. Por ello, “a cada una de las personas que se prestaron a ser fotografiadas decidí devolverles una copia de esos retratos, porque gracias a esa generosidad pude descubrir la geografía y las historias de las personas de este país que tanto ha llamado mi atención”, concluyó.