En varias oportunidades, tal como informó la diaria, un grupo de vecinos del barrio La Estación, de Nueva Helvecia, ha reclamado soluciones ante el aumento de “situaciones violentas” –entre ellas, tiroteos– que fueron registradas en ese punto de la ciudad, donde han ocurrido ocupaciones irregulares de fincas y de una antigua bodega de vinos.

Los vecinos afectados hicieron las denuncias a través de una carta que fue enviada a autoridades locales, departamentales, policiales, judiciales e, incluso, al presidente de la República, Luis Lacalle Pou.

“La mayoría somos gente de trabajo; familias con niños pequeños e hijos adolescentes; personas adultas mayores que viven solas. No nos animamos a dejar solos a nuestros niños en el hogar. Vamos a trabajar sin poder dormir”, expresaron los vecinos en esa misiva a la cual accedió la diaria.

El jueves 31 de agosto la Fiscalía letrada de Rosario intimó a desocupar el edificio de la vieja bodega, lo cual fue acatado por los ocupantes. Posteriormente, ese edificio fue tapiado mediante orden judicial “para evitar el ingreso de personas que comercializaban sustancias estupefacientes”, según informó la fiscal letrada de Rosario, Sandra Fleitas, en una conferencia de prensa realizada en los últimos días.

De acuerdo con la versión aportada por los vecinos a la diaria, esas personas se habrían trasladado hacia otra de las fincas del barrio ocupadas de modo irregular, “por lo cual el problema seguía presente y sin solución”.

Posteriormente, también a pedido de la fiscal Fleitas, la Justicia autorizó la demolicion, “por peligro de derrumbe”, de una finca lindera a la exbodega, donde, por las noches, también se comercializaban estupefacientes. Las personas desalojadas de ese lugar “eran de dudosa conducta, porque muchos de ellos cuentan con antecedentes penales”, señaló la fiscal de Rosario.

Una de las vecinas que firmó la carta de denuncia destacó que “la demolición de la vivienda y el cerramiento de la bodega permitirá que esas personas no permanezcan en esos lugares afectando la vida de nuestro barrio”, pero “no es una solución al tema de fondo, porque ellos se irán para otros lugares de la ciudad, donde también seguirán molestando y vendiendo drogas”. “Es lamentable que los vecinos tengamos que recurrir a la prensa para solucionar este problema, cuando todas las autoridades sabían qué era lo que pasaba en esos lugares”, agregó.