En los últimos meses de 2023, cuatro motociclistas que circulaban por la calle Uruguay de Carmelo fueron heridos por disparos de un arma de aire comprimido, mientras que otros tuvieron la suerte de no ser alcanzados por las municiones. Una de las víctimas resultó herida con lesiones que dificultan su movilidad.
A partir de las primeras denuncias, la Policía comenzó a investigar acerca de posibles lugares desde los cuales podrían haberse efectuado esos disparos. Tras realizar pericias sobre los ángulos de tiro, se hizo un allanamiento en una finca donde vive un hombre de 43 años, médico de profesión, junto a su familia. Allí la Policía encontró varias armas de fuego, algunas de las cuales no estaban registradas, y armas de aire comprimido, así como municiones.
En el marco de un juicio abreviado realizado el 4 de enero en el juzgado letrado de Carmelo, el hombre reconoció la culpabilidad de los disparos y fue condenado como “autor de un delito de acometimiento con arma apropiada continuado en concurso formal con cuatro delitos de lesiones (tres leves y uno que compromete la movilidad de la persona al ser herida en la columna) y delito de tenencia no autorizada de armas de fuego en reiteración real”.
Desde entonces, el hombre cumple una “pena de 24 meses de libertad a prueba, debiendo fijar domicilio, los primeros seis meses de arresto domiciliario total, sujeción a la orientación y vigilancia de la Oficina de Supervisión de Libertad Asistida y prestación de servicios comunitarios durante dos meses”. El dictamen también contempló la posibilidad de que el médico cumpliera con la función profesional en las dependencias de salud pública en la cual se desempeñaba hasta ese momento.
Sin embargo, este jueves, según informó El Observador y pudo confirmar la diaria, la Administración de los Servicios de Salud del Estado resolvió instruir un sumario a ese profesional con la suspensión temporaria en el ejercicio de la función, con retención total de haberes.