Los trabajadores de Yazaki de Colonia del Sacramento y de Las Piedras dificilmente olviden lo acontecido en la jornada del 30 de enero de 2025. En la madrugada misma, a la 1.57, vía Whatsapp los funcionarios de esa empresa se enteraron de que no deberían presentarse a trabajar en esa jornada, sin mayores explicaciones.
En tanto, cerca del mediodía, la empresa notificó que por razones de “competitividad”, que se habría visto afectada por “sucesivas paradas”, había resuelto trasladar sus operaciones a plantas que esa firma japonesa posee en Argentina y Brasil.
Si bien desde hace un par de años el sindicato de trabajadores había advertido a autoridades del Ministerio de Trabajo sobre algunos indicios -como falta de mantenimiento y de componentes industriales, así como “provocaciones por parte de la gerencia- que hacían suponer un abandono de la actividad en Uruguay por parte de los empresarios, en los últimos meses la firma había anunciado la contratación de unos 40 nuevos trabajadores para la planta de Colonia y la extensión del comodato para la factoría ubicada en Las Piedras, según relató Carlos Martínez, presidente del sindicato coloniense.
Cerca de las 16.00, en tanto, mientras aguardaban para ingresar a una asamblea que se desarrollaría en la planta coloniense, rostros llenos de incertidumbre y desolación salían y entraban de las instalaciones ubicadas a pocos metros del Río de la Plata. El sindicato resolvió ocupar la planta industrial bajo el régimen de asamblea permanente.
Mientras tanto, Martínez, en diálogo con la prensa local, sostenía que el cierre de la empresa se debe a un lock out planificado por la compañía nipona desde hace un par de años y que fue ocultado a los trabajadores y a las actuales y futuras autoridades de gobierno. “Yazaki había negociado un comodato por la planta de Canelones por cinco años más” y “trasladó personas de Las Piedras y Montevideo a Colonia” para “engañar a la gente, porque estaba preparando un lock out patronal y, mientras tanto, le vendía al pueblo y al gobierno nacional que iba a continuar en Colonia y en Las Piedras. Es espantoso a lo que estamos asistiendo con esta empresa. Vergonzoso lo que hizo”, lamentó el dirigente sindical.
En la misma línea, el presidente del PIT-CNT, Marcelo Abdala, denunciaba que la empresa autopartista “cierra de la noche a la mañana, sin ningún aviso previo, cuando lo que estábamos conversando era que iba a ingresar personal y cuestiones naturales de esta época, como la organización de las licencias, la mejora de la planta para las labores que se venían para el año 2025”. Sin embargo, “de manera subrepticia, escondida, la empresa resuelve el cierre de esta forma”. “No es un modo en que esta empresa debía tratar a los trabajadores y al país. Hemos hablado con el ministro de Trabajo [Pablo Mieres], y ni siquiera las autoridades sabían de esta situación”, agregó.