Cerca del mediodía de este jueves, el futuro ministro de Trabajo y Seguridad Social, Juan Castillo, se reunió en la planta industrial de Yazaki con centenares de extrabajadores de esa empresa, que cerró el 30 de enero. Castillo llegó acompañado por el futuro subsecretario de Trabajo, Hugo Barreto, y por referentes del Frente de Amplio de Colonia, como los candidatos a intendente, el edil Carlos Fernández y Nicolás Viera, actual diputado y senador electo, entre otros.

Previo al ingreso a la planta, los integrantes de esa delegación conversaron con trabajadoras, fundamentalmente, que trasmitieron las dificultades a las que se enfrentan tras perder la fuente de empleo.

“Fue una asamblea distinta, atípica, con un estado de angustia y emoción a flor de piel, porque los trabajadores nos querían decir cosas y se cortaban con el llanto. Son cosas que te parten el alma”, describió Castillo, posteriormente, al conversar con periodistas locales.

El futuro ministro señaló que el “cierre de una unidad productiva impacta fuertemente en Colonia y en todo el país, porque tiene consecuencias tremendas para los trabajadores”.

Castillo cuestionó “el modo” en cual se anunció el cierre de esa empresa –vía estado de WhatsApp por parte de la empresa– así como las razones que adujeron para hacerlo: “Esgrimieron conflictos que no existieron y, en realidad, se fueron de aquí por un tema económico, porque se van a un lugar donde les dan más créditos y obtienen mayores ganancias”.

En la misma línea, Barreto expresó que “la forma de comportarse de Yazaki dista del discurso prevalente entre las empresas, que dicen que los trabajadores son sus colaboradores”, ya que “anunció el cierre de la peor forma”.

La empresa autopartista nipona “busca mejores condiciones de competitividad y se va a un país donde existe escasísimo control de las condiciones de trabajo”, mientras que “Uruguay es un país de una gran institucionalidad democrática, y, por lo tanto, esas condiciones aquí no las podrá encontrar, más allá del gobierno de turno”, expresó Barreto.

“La empresa habla de una conflictividad constante a pesar de que no hubo conflictos últimamente”, por lo cual “su discurso es absolutamente negativo, al culpabilizar a los trabajadores por esta situación”, insistió.

Asimismo, Barreto opinó que las declaraciones del actual director nacional de Trabajo, Federico Daverede, en relación con que “el sindicato había tirado demasiado de la piola”, fueron “inoportunas”.

Los futuros jerarcas del MTSS dijeron que en esa reunión trasladamos “la solidaridad y manifestamos que buscaremos todos los caminos posibles para que los trabajadores vuelvan a tener algún ingreso económico en el futuro”.

“Realidad distinta”

Castillo expresó que el departamento de Colonia atraviesa distintas dificultades en el plano laboral que “es distinta a lo que declara el gobierno nacional”.

Además de los 1.000 puestos de trabajos que se perdieron con el cierre de Yazaki, existen situaciones complejas en los sectores frigorífico, lácteo y en el turismo. “El actual gobierno no asume esta situación, porque ha dicho que existe crecimiento en cantidad de puestos de trabajo y en el salario real, pero la realidad que vive Colonia es muy diferente, porque lo que más falta aquí es el trabajo”, sentenció.