El 17 de febrero, las empresas Lactalis, de origen francés, y Granja Pocha, radicada en Juan Lacaze, comunicaron el inicio de “un proceso de asociación estratégica, el que, una vez completado, resultará en la transferencia de las acciones de Granja Pocha al Grupo Lactalis”.

La concreción de esa operación estaba sujeta a la aprobación de la Comisión de Defensa de la Competencia, que funciona en el ámbito del Ministerio de Economía y Finanzas, algo que finalmente fue otorgado el 28 de abril, según informó Lactalis.

“Con esta resolución favorable se inicia formalmente una etapa de transición que será cuidadosamente planificada y ejecutada por equipos conjuntos de ambas compañías. Este proceso permitirá una integración gradual de las estructuras operativas, administrativas y comerciales, con el objetivo de consolidar sinergias, preservar el valor de ambas marcas y fortalecer su posicionamiento en el mercado local y regional”, informó la multinacional francesa.

Una vez completado el proceso de transición, Grupo Lactalis asuma plenamente la gestión y operación de Granja Pocha, “lo que marcará una nueva etapa de expansión, innovación y compromiso con la calidad y el desarrollo sostenible, preservando siempre la tradición y cultura láctea uruguaya, desde el campo y los trabajadores hasta el consumidor”.

Escenario incierto

Previo a la compra de Granja Pocha, Lactalis poseía una planta industrial en Cardona, Soriano, donde se instaló un ambiente de incertidumbre apenas se conoció la noticia de esa operación comercial.

Tras adquirir esa planta industrial, Lactalis anunció que trasladaría la producción de leche UHT que elaboraba en Cardona hacia Juan Lacaze, lo que implica la pérdida de un centenar de puestos de trabajo en esa localidad de Soriano.

Ante esta situación hubo numerosas negociaciones entre los sindicatos y propietarios de ambas empresas, con la intervención del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social.

Finalmente, a fines de marzo, se estableció un acuerdo tripartito que permitió zanjar las diferencias entre las partes.

El acuerdo dispuso que los trabajadores de ese sector serán enviados al seguro de paro y recibirán una compensación adicional de 8.000 pesos durante los primeros dos meses. Formarán parte de una bolsa de trabajo ante posibles vacantes que surjan en Granja Pocha, además de participar en cursos de formación laboral dictados por el Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional. Además, un grupo de trabajadores que prestaban funciones en Indulacsa comenzó a desempeñarse en Granja Pocha.