En marzo de este año, en San José, nació una niña a la cual sus padres llamaron Oriana. Al nacer, la pequeña presentaba rastros de cocaína y marihuana en su organismo, que fueron trasmitidos por su madre, de acuerdo con partes de la historia clínica de la pequeña que fueron divulgados por Crónicas del Este, cuya veracidad pudo confirmar la diaria con base en fuentes del sistema sanitario.
A pesar de los riesgos que presentaba el entorno en el cual había nacido la pequeña, las autoridades del centro asistencial maragato no presentaron ninguna denuncia judicial.
A pocas semanas de nacer, Oriana fue internada en el Hospital de Colonia, dependiente de la Administración de los Servicios del Estado, tras presentar problemas serios en su alimentación. Miembros del personal médico y de enfermería dejaron plasmados, tanto en la historia clínica de la niña como en denuncias que hicieron a nivel judicial, los riesgos de vida que podría ocasionar en la pequeña la permanencia al lado de sus progenitores, que presentaban serios problemas de consumo de drogas, además de carecer de condiciones necesarias para hacerse cargo del cuidado de una bebé de pocas semanas de vida.
Tras recibir la denuncia, la Justicia solicitó la intervención en el caso del Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU), que mediante la actuación de técnicos de la División Estudio y Derivación de Colonia resolvió mantener la custodia a cargo del padre de la niña, a pesar de las recomendaciones en sentido contrario efectuadas por personal del Hospital de Colonia que atendió a la pequeña y conoció de cerca el comportamiento de los integrantes de su entorno familiar.
Finalmente, el 18 de junio, en una precaria vivienda del barrio Unión de Tarariras, Oriana amaneció sin vida. Entre las posibilidades que la fiscalía analiza como posibles desencadenantes del deceso están el contacto con algún tipo de droga y la asfixia por inhalación de monóxido de carbono.
Investigaciones
Tras la muerte de la pequeña, el INAU ordenó una investigación interna para determinar los motivos por los cuales el personal técnico de la Dirección Departamental de Colonia les asignó la custodia a los padres de Oriana a pesar de las recomendaciones y las denuncias realizadas por el personal del Hospital de Colonia del Sacramento.
Fuentes de ese organismo le dijeron a la diaria que si bien “hubo problemas técnicos y metodológicos serios por parte de la funcionaria que hizo una recomendación contraria a lo que proponía el personal médico y de enfermería que había estado muy cerca de la situación, el otro aspecto grave en el abordaje fue la falta de seguimiento de la situación de la bebita después de la audiencia judicial en la cual les asignaron la custodia a los familiares”. “Claramente allí hubo una clara omisión por parte del INAU, porque era una situación de altísima complejidad que hubiera ameritado otro tipo de intervención”, concluyeron.
A cuatro meses del cambio de gobierno nacional, está previsto que el lunes 30 asuma la nueva conducción del INAU Colonia, que estará a cargo de la trabajadora social Rossana Velázquez y la educadora social Irene Álvarez, quienes sustituirán al nacionalista Mariano Barolin, cuya gestión fue objeto de múltiples cuestionamiento por parte del sindicato de trabajadores de ese organismo.