La izquierda colombiana ha encontrado en Gustavo Petro, antiguo miembro del M-19, además de reconocido senador y exalcalde de Bogotá, el tipo de líder que necesitaba.
Una conclusión justa sería la de concebir la paz colombiana como una paz incumplida. Una paz que ha encontrado en el actual gobierno de Iván Duque, en sus estertores, un saboteador de manual.
Todas estas violencias siguen aconteciendo en la Colombia olvidada, periférica y cocalera, donde el acuerdo de paz y cualquier atisbo de implementación siguen siendo hoy mera quimera.