De manera virtual y con la pandemia de covid-19 como único tema a tratar, comenzó este lunes la Asamblea Mundial de la Salud, instancia anual que es el máximo órgano de decisión de la Organización Mundial de la Salud (OMS). En el inicio del evento virtual, que contó con la participación de representantes de los 194 países que integran la entidad dependiente de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el secretario general de la ONU, el portugués António Guterres, criticó a los países que “ignoraron las recomendaciones de la OMS” y estimó que el mundo pagaría un “alto precio” por llevar a cabo estrategias divergentes. Según consignaron agencias internacionales de noticias, Guterres expresó que, como consecuencia de esta omisión de algunos gobiernos, “el virus se propagó por todo el mundo y se dirige ahora hacia los países del sur, donde podría causar efectos todavía más devastadores”, agregó.
A pesar de ser realizada por videoconferencia, la asamblea no estuvo exenta de tensiones. La más evidente fue la que tienen China y Estados Unidos, ya que el gobierno de Donald Trump en reiteradas ocasiones ha acusado a la nación asiática de crear y propagar deliberadamente el nuevo virus, teoría que fue negada categóricamente por investigaciones científicas. Además, Estados Unidos acusó a la OMS de no responder a tiempo ante la pandemia; en ese sentido el secretario de Salud estadounidense, Alex Azar, aseguró en su participación en el evento que la OMS “fracasó en su misión” de compartir información con la comunidad internacional sobre la pandemia, y pidió que asuma sus responsabilidades por ello. “La OMS no consiguió la suficiente información para atender al mundo, y murieron muchas personas”, acusó el responsable de salud del país con más casos y fallecidos por covid-19. “Esto no puede volver a ocurrir. La OMS debe ser mucho más transparente y rendir cuentas”, agregó el funcionario de la administración republicana.
A su turno, el presidente chino, Xi Jinping, defendió el accionar de su país en el marco de la pandemia, se comprometió a compartir con el resto del mundo una eventual vacuna y anunció que su gobierno donará 2.000 millones de dólares a los países afectados por la pandemia, en particular a naciones africanas. Xi se mostró a favor de la realización de una “evaluación completa” e “imparcial” de la respuesta mundial al nuevo coronavirus una vez que se haya controlado la epidemia. En un mensaje dirigido para contrarrestar el discurso estadounidense, el mandatario chino aseguró que su país “siempre” mostró “transparencia” y “responsabilidad” frente al brote epidémico.
En medio del duelo dialéctico entre Estados Unidos y China, el secretario general de la OMS, el etíope Tedros Adhanom Ghebreyesus, admitió que la pandemia dejó “cruelmente a la luz” las divisiones geopolíticas en el mundo, al tiempo que defendió a su entidad de las acusaciones del gobierno de Trump, que semanas atrás la calificó de “prochina”, al tiempo que anunció que dejaría de hacer sus aportes anuales a la entidad dependiente de la ONU. El político etíope reafirmó que la OMS “hizo sonar rápidamente la alarma” ante la covid-19, al tiempo que afirmó que la institución lanzará “una evaluación independiente lo más pronto posible, en el momento apropiado para examinar las experiencias y lecciones aprendidas, y formular recomendaciones con vistas a mejorar el estado de preparación a escala nacional y mundial”.
Mientras tanto, otro de los actores importantes en la asamblea fue la Unión Europea (UE), ya que muchos de los países que integran el bloque fueron los que sintieron más duramente los alcances de la pandemia, en particular Italia, España, Francia y Bélgica. El bloque europeo presentó un proyecto de resolución para que se haga un análisis “objetivo e independiente” de la pandemia, iniciativa que, según informaron agencias internacionales, ya cuenta con el voto positivo de cerca de 120 países.
“Buscamos mirar las cosas de manera objetiva e independiente, que pueda ser respaldada por todo el mundo y dentro del marco de la organización multilateral”, indicó la portavoz comunitaria Virginie Battu. La diplomática explicó que la propuesta de resolución elaborada por la UE define cómo debería ser la respuesta internacional al coronavirus y defiende “entender mejor las circunstancias que permitieron que se desarrollara esta pandemia”. Además, “reconoce la necesidad de todos los países de tener un acceso oportuno y sin impedimentos a diagnósticos, tratamientos y vacunas accesibles, de calidad y eficaces”. “Tenemos que mirar de manera independiente lo que pasó, al margen de la batalla de China y Estados Unidos, que se echan la culpa el uno al otro por lo acontecido, en una campaña que lo único que hizo es agudizar su rivalidad”, concluyó Battu.