Larga y amplia es la tradición ciclista en España. No se necesita ser un fanático de la bicicleta para tener noción sobre (la grandeza de) Miguel Indurain, de Alberto Contador, de Alejandro Valverde o, tal vez para quienes peinen canas, sobre Pedro Perico Delgado, Martín Bahamontes y Luis Ocaña. Cada uno, en su tiempo y a su manera, logró premios importantes.
También, en este último tiempo en que el deporte moderno ganó muchísima visibilidad a través de las pantallas, es posible asociar a cada uno de esos pedalistas con el club (marca o empresa) que defendía. El caso más elocuente posiblemente sea el de Indurain con la malla del Banesto, club que dependía del Banco Español de Crédito (que existió desde 1902 hasta 2013, cuando lo compró Banco Santander). Cada uno con su malla-logo. En este último tiempo, la tradición española ha estado representada por el Movistar Team, el equipo más ganador de su país en la actualidad.
La serie documental El día menos pensado (Netflix) va más allá de las ganadas. Y eso está bien, porque contar la vida a través de las victorias es (por lo menos) egoísta, al menos para quienes reciben el cuento. De la misma forma funcionaría el cuento al revés: detallar historias sólo mostrando las perdidas es (por lo menos) incompleto. Es importante destacar eso de El día menos pensado porque, últimamente, las historias de pantallas y pantallitas siempre caen para un lado o para el otro: “el campeón de la Champions League”, “la historia derrotista de X”; promesas que venden titulares pero dejan vacío el contenido. En esta oportunidad les traigo, para el bolsillo del caballero y la cartera de la dama (o viceversa), una historia que gana en los detalles.
Haceme el cuentito
El punto en el mapa es 2019. Por ahí deambularán los seis capítulos de El día menos pensado. Se puede decir que el marco en el que transitará la serie es el que imponen las tres grandes competiciones por etapas: El Giro de Italia, el Tour de Francia y la Vuelta a España. En ese orden y por esos caminos, aunque los flashback al servicio del espectador son permanentes.
El formato es interior (inside stuff, intimista o como les guste llamarlo). Si bien en todo momento tanto el cuerpo técnico del Movistar como los ciclistas Richard Carapaz, Nairo Quintana, Alejandro Valverde y Mikel Landa, por nombrar a los más destacados, saben que están siendo filmados, eso no impide que muchos, si no todos, se expresen casi sin filtro sobre ciertos temas.
Entre las historias se podrá apreciar cómo Carapaz, el primer ecuatoriano en ganar el Giro de Italia, justamente ese año, se lleva un galardón que, en primera instancia, no estaba exclusivamente pensado para él. Uno de los errores más grandes es pensar que el ciclismo es un deporte individual. Como en cualquier otro deporte las individualidades (con todo lo que conlleva) son importantes, pero mucho más definitorias son las estrategias grupales o de equipo. La foto gigante del año pasado fue esa: que un ecuatoriano se impusiera en el Giro italiano (merecida foto bien grande). Pero sobre los intríngulis de las razones, las decisiones y el devenir de las estrategias que llevaron a eso no se supo mucho en aquel momento, al menos de forma mediática. Ahora sí, y bien vale la pena mirarlo.
En lo referente al Tour de Francia el documental se centra en Nairo Quintana y Mikel Landa, los dos cabecillas para quienes estaba diseñado el plan de ganar la carrera. Son capítulos tensos, con mucha intimidad sobre la vivencia de ambos mientras suceden las carreras. También es un punto clave del propio Movistar, porque se dejan ver decisiones que afectaron el desempeño de las individualidades, por un lado, y del conjunto, por otro. Curiosamente, este año ni Quintana ni Landa están en el equipo español. Por si hay que insistir, vean el documental.
Alejandro Valverde es uno de los ciclistas españoles más ganadores de los últimos tiempos. El murciano se lleva etapas ahí donde puede y fue, entre otras cosas, campeón del mundo de ruta en 2018. La serie dejará ver cómo alguien como Valverde se va ubicando en el grupo, poniéndose ahí donde lo necesitan sus compañeros, pero también tomando decisiones casi a la par de los entrenadores. Ese ida y vuelta entre deportistas y técnicos es de un jugo imperdible. Sírvanselo.