Una vez más, los números divulgados por las autoridades sanitarias brasileñas en la tarde de este miércoles mostraron que la pandemia de covid-19 se mantiene en pleno ascenso en el país, mientras que en la mayor parte de los estados los gobernadores comenzaron a disponer medidas de apertura del comercio y otros sectores de la economía.
Según las cifras oficiales –al contrario de lo que sucede en la mayor parte del mundo, donde el avance del virus se está desacelerando–, en Brasil los casos van en aumento. Se comunicó que en las últimas 24 horas se registraron 1.274 muertes atribuidas al virus, por lo que en total se llegó a 39.680 fallecimientos por esta causa. El número de personas infectadas también sigue creciendo: este miércoles se registraron 32.913 nuevos casos, por lo que el total asciende a 772.416.
Las cifras son elocuentes, pero el presidente Jair Bolsonaro se mantiene enfrascado en sus luchas políticas y prefiere no hablar de la pandemia. Muestra de ello es que en la mañana del miércoles, cuando a la salida del Palacio de la Alvorada una mujer le preguntó por las cifras de muertes causadas por la covid-19 en el país, el mandatario ultraderechista se irritó y le contestó: “Pregúntele a su gobernador. Váyase de acá”.
Mientras que la posibilidad de que se abra un juicio político contra el mandatario no parece cercana, a pesar de los más de 30 pedidos presentados en la Cámara de Diputados –el presidente de este órgano, Rodrigo Maia, afirmó este miércoles, una vez más, que “no es momento de discutir” ese tema–, sí habrá un juicio político en el estado de Río de Janeiro. Este miércoles los 69 representantes presentes en la Asamblea Legislativa de ese estado votaron en forma afirmativa por el inicio de un impeachment contra el gobernador estadual, el derechista Wilson Witzel, quien es investigado por la Policía Federal por desvíos de recursos destinados a la salud en el marco de la pandemia.
El apoyo de Witzel en el órgano legislativo fluminense es muy débil. Prueba de ello es que los cuatro integrantes de su sector político, el Partido Social Cristiano, votaron a favor del juicio.
Según explicó a la revista Fórum la diputada estadual Mônica Francisco, integrante del izquierdista Partido Socialismo y Libertad, y autora de uno de los pedidos de juicio político contra Witzel, el proceso es una “consecuencia del desgaste en relación con el combate a la covid-19, sobre todo en cuanto a la compra de equipamientos médicos sin licitación, usando la prerrogativa de la emergencia para que se acelerase el proceso de compras”. La legisladora dijo que este tema “terminó siendo un elemento muy fuerte ante las evidencias que se comenzaron a acumular, dejando en claro que se estaba ante un crimen de responsabilidad fiscal, de desvío de dinero público, y ante una serie de acciones completamente ilegales que se tomaron durante este gobierno”.