Los líderes de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM) y la Organización Mundial del Comercio (OMC) escribieron una columna de opinión en el Washington Post en que proponen un plan de vacunación para todo el mundo que logre reducir la pandemia a su mínima expresión por un costo de 50.000 millones de dólares. Para eso proponen que los países más poderosos ayuden a financiarlo y que todas las naciones, instituciones públicas y privadas trabajen en conjunto.

“La distribución desigual de vacunas está dejando a millones de personas vulnerables al virus, lo que permite que surjan variantes mortales que se esparcen con rapidez por todo el mundo. A medida que se propagan las variantes, incluso los países con programas de vacunación avanzados se han visto obligados a volver a imponer medidas de salud pública más estrictas y restricciones de viaje”, escriben Kristalina Georgieva, del FMI; Tedros Adhanom, de la OMS; Ngozi Okonjo-Iweala, de la OMC; y David Malpass, del BM.

Los jerarcas retoman una propuesta del FMI para extender la vacunación y piden tenerla en cuenta junto a otras iniciativas de la OMS, incluido el mecanismo Covax, que busca brindar a los países en desarrollo el acceso a vacunas, en la próxima cumbre del G7, donde se reúnen los siete principales poderes económicos del mundo.

“Con un presupuesto estimado de 50.000 millones de dólares, la pandemia en los países en vía de desarrollo terminaría rápidamente. Además, se reducirían los contagios y las muertes, se aceleraría la recuperación económica y se generaría unos nueve billones de dólares en producción mundial para 2025. Todos ganamos. También, debido a los inestimables beneficios para la salud y la vida de las personas, alrededor de 60% de los beneficios se destinarían a los mercados emergentes y las economías en desarrollo, y el 40% restante beneficiaría al mundo desarrollado”, escriben los directores.

“Invertir 50.000 millones de dólares para poner fin a la pandemia pagaría un dividendo enorme en el desarrollo e impulsaría el crecimiento y el bienestar a nivel mundial. Pero cuanto más esperemos para actuar, la acción se vuelve más costosa: en sufrimiento humano y en pérdidas económicas”, agregan.

Según advierten, en el plan que trazan es necesario obtener financiamiento para apoyar a los países de ingresos medios y bajos, y es necesario mantener o aumentar el caudal de donaciones de vacunas a las economías emergentes. “La velocidad y la coordinación son fundamentales. El plan requiere financiamiento por adelantado, donaciones de vacunas por adelantado e inversiones y planificación preventivas por adelantado. Es fundamental que todo esto esté disponible lo antes posible”, subrayan.

La clave en la vacunación

Para lograr minimizar el riesgo de nuevas variantes del virus es necesario que la mayor parte de la población mundial esté vacunada, y, en ese sentido, los directores de las organizaciones internacionales señalan que son necesarias al menos 1.000 millones de dosis y, por lo tanto, se requiere apoyar a los países que están produciendo o que tienen potencial para producir los fármacos con la tecnología y el conocimiento necesarios.

En este sentido, afirman: “Deben eliminarse todos los bloqueos a la expansión del suministro. Hacemos un llamado a los miembros de la OMC para que aceleren las negociaciones hacia soluciones pragmáticas en torno a la propiedad intelectual. Varios países de ingresos bajos y medianos están invirtiendo en la fabricación local, que es clave no sólo para poner fin a esta pandemia sino también para prepararse para la próxima”.

Para los directores, cualquier estrategia de vacunación debe estar acompañada de pruebas masivas contra la covid-19 y del rastreo de los contagios, así como de un fortalecimiento del sistema de salud y del suministro de fármacos y tecnología.

Estrategia de cooperación internacional

Asimismo, remarcan la importancia de una acción global coordinada con total transparencia en los procesos de adquisición y entrega de vacunas e insumos. Los líderes de las organizaciones destacan que, para lograr el éxito del plan que proponen, es necesario que “todas las partes —públicas, privadas, instituciones financieras internacionales y fundaciones— actúen conjuntamente”.

Anuncian “un nuevo compromiso para trabajar juntos con el fin de aumentar la financiación necesaria, impulsar la fabricación y garantizar el flujo fluido de vacunas y materias primas a través de las fronteras para aumentar drásticamente el acceso a las vacunas y apoyar la respuesta sanitaria y la recuperación económica”.

Finalizan la columna destacando los aportes que hace cada una de las organizaciones para alcanzar el fin de la pandemia. El FMI prepara “una asignación sin precedentes de derechos especiales de giro para aumentar las reservas y la liquidez de sus miembros”. Por otra parte, la OMS busca “financiación para poder satisfacer las necesidades urgentes” del plan de respuesta y la iniciativa conjunta para el avance en el intercambio de conocimientos y tecnología. El BM “tendrá proyectos de vacunas en marcha en al menos 50 países para mediados de año, y la Corporación Financiera Internacional está movilizando al sector privado”, mientras que la OMC trabaja “en la liberación de las cadenas de suministro para que el plan tenga éxito”.