La vacunación global contra el coronavirus empezó en diciembre de 2020. A ocho meses de su inicio, se puede comprobar que en los países que más pronto lograron inocular a la mayor parte de su población los casos positivos disminuyeron notablemente, al igual que las hospitalizaciones y las muertes.
En los lugares donde se logró una inmunización masiva el impacto de la vacunación fue clarísimo a la hora de controlar la pandemia. Un artículo de la revista Nature publicado el 4 de junio recoge los estudios realizados en diferentes países luego de la vacunación masiva con Pfizer-BioNTech, AstraZeneca-Oxford, Sputnik V, Moderna y Johnson y Johnson. En todos esos análisis se encontró que entre 80% y 95% de los casos la vacunación es efectiva para prevenir infecciones, y en más de 70% lo es para prevenir la transmisión del virus y determina caídas vertiginosas en las hospitalizaciones y muertes a causa de la covid-19 en países que acompañaron la vacunación con medidas de restricción de la movilidad.
De hecho, en los países con alta vacunación que actualmente están sufriendo un aumento de los casos positivos, mayormente vinculados con la variante Delta del SARS-CoV-2, no se nota un aumento de las hospitalizaciones y muertes. Un artículo del Financial Times del 18 de julio señalaba que en los países donde predomina esa nueva variante pero tienen altas tasas de vacunación los datos son claros en cuanto a que las muertes e internaciones están desacopladas de los nuevos casos.
País por país
Al 22 de julio, 60,89% de los habitantes de Israel completaron su vacunación con Pfizer-BioNTech, es decir que ya recibieron las dos dosis. Según un estudio publicado en The Lancet a mediados de mayo, gracias a esto se logró 95% de prevención de la mortalidad. Otro estudio, pero del 6 de marzo, destacaba una reducción de 75% en los casos positivos del personal de la salud y de 85% en la infección sintomática de este grupo.
En Reino Unido, donde los vacunados por completo contra el coronavirus son más de 53% de los habitantes, la mortalidad disminuyó a un mínimo coincidiendo con el desarrollo de la vacunación, incluyendo días en que no se produjeron muertes por esta causa. En tanto, un estudio del 13 de mayo, que se publicó en el British Medical Journal, señalaba que una sola dosis de Pfizer o AstraZeneca previno en 80% las hospitalizaciones y en 85% los fallecimientos en adultos mayores.
En Estados Unidos, donde más de 48% de la población recibió las dos dosis, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) publicaron el 2 de abril un estudio realizado a trabajadores de la salud y sectores de trabajo de alto riesgo de contagio, en el que se demostró una efectividad de 90% para prevenir la infección con o sin síntomas. En otro estudio, que tomó cifras de vacunación en centros de rehabilitación de adultos, se logró prevenir la enfermedad sintomática en 85%.
En España, donde más del 52% de la población está vacunada por completo, un estudio en residenciales de ancianos publicado a fines de mayo en MedRXiv mostró que la vacunación prevenía 74% de las muertes y 75% de las infecciones esperables por SARS-CoV-2 y que la propagación de infección en el residencial se reducía en más de 90%.
En Brasil la vacunación no ha avanzado tanto, ya que las cifras de vacunación completa al 22 de julio no llegan a 17% de la población. Sin embargo, el instituto Butantán elaboró un estudio sobre la vacunación con Coronavac, la vacuna de Sinovac, en la ciudad de Serrana, ubicada en el municipio de Riberão Preto, San Pablo. En esta ciudad de 45.000 habitantes se vacunó a más de 27.000 personas antes del 31 de mayo, cuando se publicó el estudio. El resultado fue que la mortalidad disminuyó en 95%, las hospitalizaciones en 86% y la infección sintomática en 80%. Además, el último boletín epidemiológico de la municipalidad, publicado el 21 de julio, indica que hace 30 días que no se producen fallecimientos por coronavirus.
En Chile, el análisis de 10,2 millones de personas vacunadas completamente entre febrero y mayo con Coronavac, que fue publicado hace pocos días en el New England Journal of Medicine, arrojó más de 65% de efectividad frente a la infección por SARS-CoV-2, 87,5% para evitar hospitalizaciones, 90,3% para evitar ingreso a cuidados intensivos y 86,3% frente a los fallecimientos.
Finalmente, el último estudio preliminar publicado por el Ministerio de Salud Pública de Uruguay, correspondiente al 30 de junio, mostró más de 59% de efectividad para prevenir contagios con Sinovac, más de 90% para prevenir la hospitalización en cuidados intensivos y una reducción de la mortalidad de más de 94%. Con Pfizer se obtuvo más de 75% de eficacia para prevenir contagios, 97% para internación en cuidados intensivos y 96% frente a los fallecimientos.
Este contenido forma parte del proyecto Aliados contra la Desinformación, apoyado por OPS/OMS y Unicef para brindar información de calidad sobre las vacunas contra la covid-19.