La Universidad de Yale, junto al Ministerio de Salud de República Dominicana y otras instituciones, llevó a cabo una investigación basada en muestras de plasma de 101 personas habitantes de República Dominicana para analizar las posibles neutralizaciones de las distintas vacunas ante las variantes de covid-19 delta y ómicron ‒la más reciente y de fuerte expansión en Uruguay‒. Las muestras corresponden a la comparación entre participantes vacunados con dos dosis de la vacuna del laboratorio chino Sinovac ‒Coronavac‒, otras a las que le sumaron una dosis de Pfizer y quienes tienen dos dosis de vacunas de ARNm, como Pfizer y Moderna.
Los resultados cobran valor al replicar la fórmula de vacunas que se aplicó en buena parte de los uruguayos. Entre los principales hallazgos, el estudio da cuenta de que Sinovac es poco resistente a ómicron; se especifica que en quienes recibieron sólo dos dosis de Coronavac no se detectó una neutralización contra el virus. Si se le suma a estas dos dosis una de ARNm, en este caso Pfizer, la protección ante dicha variante es similar a la otorgada por dos dosis de Pfizer, aunque con niveles de anticuerpos neutralizantes un poco mayores. Aún así, la combinación de tres dosis denotó una respuesta inmunitaria menor contra la ómicron, si se la compara con otras mutaciones.
Una de las investigadoras del estudio, Akiko Awasaki, manifestó en su cuenta de Twitter que, en resumen, “los receptores de Coronavac pueden necesitar dos dosis de refuerzo adicionales para alcanzar los niveles necesarios contra ómicron” y que dos únicas dosis de Sinovac “son insuficientes para neutralizar” la variante.
In terms of public health, CoronaVac 2x is insufficient to neutralize Omicron. Even with CoronaVac 2x plus Pfizer booster, NAb is only 1.4x higher than 2x mRNA alone. Thus, CoronaVac recipients may need 2 additional booster doses to reach levels needed against Omicron. (10/) pic.twitter.com/fkTy9aL6eh
— Prof. Akiko Iwasaki (@VirusesImmunity) December 30, 2021
La investigación es aún un preprint, por lo que resta la evaluación de la comunidad médica y la certificación de sus pares. Álvaro Díaz, inmunólogo y docente grado 5 de Inmunología de la Facultad de Química de la Universidad de la República, explicó a la diaria que el estudio mide los anticuerpos neutralizantes, es decir, “la capacidad de los anticuerpos en la sangre de las personas vacunadas de evitar que el virus infecte a un celular en cultivo”.
A su vez, comentó que la investigación se hace “con virus auténtico”, lo que genera que “pueda aproximarse más a la realidad”. Aclaró que es “una buena aproximación”, pero primaria al fin, debido a que “es un ensayo de laboratorio y porque son anticuerpos en sangre, y los realmente importantes son los de las vías aéreas”.
Por otro lado, el inmunólogo aclaró que estos ensayos predicen la protección contra la infección, que en la mayor parte de los casos corresponde a enfermedad con síntomas leves y a casos asintomáticos. “Cuando nos movemos a los efectos severos, la historia cambia desde el punto de vista práctico y teórico”, señaló. “Los mecanismos de prevención del covid severo inmunológicamente son mucho más amplios que los mecanismos para la protección contra la infección. Una aproximación a esto es lo que se mide en este artículo”, agregó.
El inmunólogo consideró que “es más fácil, por infección previa o por vacunación, llegar a una protección contra el covid severo que llegar a una protección contra que el virus te colonice”. En ese marco, manifestó que las dos dosis de Coronavac más una de ARNm protegen contra la covid-19 severa, y que “esa protección no se altera mayormente cuando cambian las variantes”. Agregó que “ya de por sí la ómicron tiene menos capacidad de ser severa”.
En resumen, Díaz observó que del estudio se desprende que “uno no puede afirmar nada que sea blanco o negro: ni quienes recibieron tres dosis están protegidos, ni no están protegidos. Diría que se deduce que una parte lo está y otra parte no lo está”. La imposibilidad de afirmar cuál parte lo está y cuál no se debe a que en el preprint “no intentan decir cuál es el umbral de protección, el corte de niveles de anticuerpos a partir del cual las personas están protegidas”.
En diálogo con la diaria, Julio Pontet, presidente de la Sociedad Uruguaya de Medicina Intensiva, explicó que debido a que no se hacen estudios genómicos a cada paciente hospitalizado, no se tiene información concreta sobre los distintos efectos dependiendo de la vacuna y de las dosis.
En cuanto al estudio de la Universidad de Yale, Pontet consideró que debe tenerse en cuenta que “no hay una correlación lineal entre niveles de anticuerpos y la respuesta clínica, porque esta depende no sólo de la inmunidad humoral, que son los anticuerpos, sino también de la celular, que se ha mantenido sorprendentemente bien durante seis u ocho meses, con las variantes incluyendo ómicron”.
El especialista admitió que, si algo “hemos aprendido” durante la pandemia, es que las vacunas de ARNm tienen “mejores resultados”. Asimismo, contó que actualmente la proporción de no vacunados en las internaciones graves oscila entre 70% y 80%. En el porcentaje de vacunados “hay de todo”, dijo, en cuanto a la cantidad de dosis y el tipo de vacuna recibida.