Algunas de las ideas más votadas hasta ahora en la plataforma Montevideo Decide (decide.montevideo.gub.uy) “para mejorar Montevideo” y “que la Intendencia la concrete” tienen que ver con las mascotas. Una apunta al presupuesto para castraciones masivas para perros y gatos; otra propone espacios cercados exclusivos para perros en plazas y parques, en tanto que el paseador de perros Pablo Fierro sueña con que se cree el primer parque canino del Uruguay donde actualmente se encuentra el zoológico de Villa Dolores. La moción de este recreador, que lleva 15 años dedicado a salir con una manada de un máximo de 17 perros de mañana e igual cifra de tarde, ya cuenta con cerca de 280 votos. Necesita alcanzar los 500 y tiene tiempo hasta el 31 de octubre para pasar a la etapa en que se estudia la viabilidad de la idea. “La propuesta salió hace como un año, cuando empecé a buscar soluciones por todo el tema de los espacios abiertos habilitados para perros. Salió de una desesperación, primero, por no tener un lugar donde trabajar tranquilo y seguro”, cuenta. En base a su experiencia, Fierro señala que las salidas son básicas para que el animal haga un desgaste de energía, el modo más fácil de corregir la ansiedad y los problemas de comportamiento. “Después de varias manifestaciones y reuniones se habilitaron lugares: algunos estuvieron buenos; otros, para nosotros, están mal, porque quedan pegados a avenidas, o no tienen árboles ni sombra, y también porque son espacios abiertos, que no están cercados. Con respecto a la seguridad o a prevenir accidentes o ataques a los vecinos que anden por ahí, estás en la misma situación, no hay ningún beneficio”.

Fierro sale desde el barrio Buceo, pero suele llevar a sus “clientes” por la zona de la Facultad de Veterinaria y cerca del zoológico. “Primero fue pasar por ahí y ver lo decadente que es tener a los animales encerrados, exhibiéndolos como objetos. Después, pensar que está en desuso hace tanto tiempo, en el medio de la ciudad, un predio que está alucinante. Pensé que vendría bárbaro para hacer un parque canino aprovechando el lugar. Aparte, como un punto estratégico, en una zona en que hay muchísimos paseadores y adiestradores. También lo pensé para descongestionar los espacios verdes y las playas, y para no molestar al vecino al que no le gustan los perros y se los tiene que aguantar”. Su planteo es que el eventual parque canino llegue a ser “un paseo familiar con mascotas incluidas y que la gente que vaya esté en la misma sintonía; porque me voy a las canteras y los perros molestan, por más que estén adiestrados”.

La idea, que pretende fomentar la tenencia responsable, contempla el cobro de una entrada por parte de la Intendencia, la posibilidad de aprovechar los recursos que hay, reciclando la infraestructura de jaulas, fosos y piscinas, delimitando espacios para perros de pequeño y gran porte, por ejemplo con corrales donde tenerlos libres pero bajo control “cada uno en su lugar, conviviendo”. Fierro se imagina además que “pueda haber una especie de feria temática para sacar fondos y ofrecer espacio a empresas de servicios de peluquería canina, que puedan alquilar stands, que se hagan jornadas de adopciones con ONG, que haya charlas sobre la importancia de la castración”.