Las dos primeras etapas del plan –la instalación de las colmenas en la azotea de la casa Buxareo, sede diplomática de Francia en Montevideo, y la cosecha de la miel– ya se cumplieron. Pronto el Latu procederá al análisis, para seguir con el envasado y la distribución, como parte de una extensión urbana y pedagógica de la ruta de las abejas.
Hace pocos días, en ocasión de la cosecha, el embajador de Francia en Uruguay, Hugues Moret, explicó a la agencia de noticias Efe que el proyecto que su oficina impulsa junto a la Sociedad Apícola Uruguaya (SAU) para que estos polinizadores tengan refugio en la ciudad “es una manera visible, ejemplar, simbólica, de mostrar que se puede desarrollar una agricultura urbana sostenible, resiliente, porque sabemos que hoy en día, particularmente en el contexto de la pandemia, no hay frontera hermética entre el campo y la ciudad. Entonces debemos inventar circuitos cortos de producción de comida”. Por su parte, el presidente de la SAU, Ruben Riera, subrayó que la mortandad de las abejas pasó de 10% a más de 30%, y recordó que el enemigo mayor son los agrotóxicos.
En el edificio céntrico las abejas almacenaron unos 36 kilos de miel. El apicultor recalcó que durante los meses de trabajo con las abejas de la embajada no hubo indicio de actitud defensiva, y se declaró partidario de la apicultura familiar, esa que cualquier persona que se capacite puede implementar en su azotea. Agregó que los enjambres reflejan “el instinto de reproducción de las abejas” y desaconsejó fumigarlos o quemarlos cuando se los encuentra en edificios o tanques.
En esa línea, el embajador de Francia dijo que otra clave del proyecto es el aspecto pedagógico: con ayuda del Ministerio de Educación y Cultura se buscará introducir en las escuelas módulos sobre las especies en peligro.
Esta miel llevará una etiqueta que destaque que es libre de químicos, señaló Moret, quien anunció la intención de convencer a la Intendencia de Montevideo de replicar esto en los parques. Riera agregó que un estudio de la Facultad de Ciencias de la Universidad de la República sobre estas colmenas mostró como “gran sorpresa” que la miel obtenida proviene fundamentalmente de la floración de palmeras.