Este lunes fue dado a conocer el proyecto Ciudad Vieja Late, que comprende propuestas vinculadas a la transformación urbana que repercutirán tanto en sus habitantes como en quienes transitan el barrio. La intendenta de Montevideo, Carolina Cosse, explicó que se trata de un primer paquete de las medidas que se seguirán anunciando en las próximas semanas. Cosse se refirió a tres ejes de trabajo y recalcó que todos implican resignificar la inclusión: “Entendemos que para cuidar algo nunca la solución es dejarlo como está. El cuidado del futuro requiere la acción activa del presente. La Ciudad Vieja merece estar a la altura de su historia”.

El arquitecto Luis Oreggioni, director de Planificación de la Intendencia de Montevideo, dijo que se apunta a una revisión del plan sobre Ciudad Vieja para lograr “una transformación con memoria”, con apoyo de la Corporación Andina de Fomento (CAF-Banco de Desarrollo de América Latina) y en alianza con la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo (FADU) para acompañar este proceso coordinando equipos técnicos transversales. “El cuarto componente es la participación”, dijo, “parte fundamental de la interacción con la ciudadanía”. El primer taller de Imagina Ciudad Vieja se llevará adelante el 16 de octubre.

Con respecto a las peatonales, la estrategia ya estaba planteada, pero en ese rumbo ahora habrá una ampliación de la circulación, prefigurando nuevos espacios públicos, un anillo para el transporte y un nuevo borde sur. La situación actual, explicó, presenta peatonales y semipeatonales (aquellas en las que circulan vehículos) y dentro de la estructura del barrio este proyecto “viene a consolidar un sistema en que el anillo perimetral de circulación vial empieza a contener áreas de semipeatonales y la extensión de algunas ya existentes”. La apuesta es principalmente a la movilidad pública y esto supone la eliminación de algunos lugares de estacionamiento y la implementación del modo semipeatonal que permite la convivencia de la vida urbana con las actividades comerciales y de vivienda “en un entorno pacificado”.

Se realizará una ampliación de veredas en la calle Rincón; en este escenario de transformación el espacio peatonal pasaría de 27% a 65% (en cada calle este porcentaje será diferente). La calle Colón –que presenta un deterioro muy fuerte debido a la baja en la actividad comercial que la caracterizaba, observó– será la segunda en asumir el mismo tipo de expansión. La tercera vía a intervenir será Reconquista, que cobrará una condición más verde, “casi la configuración de un parque lineal” que acompañe a los edificios de la Rambla Sur, pasando de 24% a 67% peatonal, con tramos de descanso en la acera que más recibe el sol.

Acceso a vivienda

Acerca del espacio privado, es decir, las viviendas, el objetivo será fortalecer el stock edilicio. En modalidad de fondo rotatorio se entregarán préstamos sin intereses (con un tope de acuerdo al rango de ingresos de los propietarios) y se programa la refacción de fachadas con valor histórico (se identificaron 15). Para concretar estas acciones de mejora de la vivienda se hará un refuerzo económico para la Oficina de Rehabilitación Urbana que funciona en Ciudad Vieja. Esto implicará el otorgamiento de préstamos sin intereses –en UI– de hasta 200.000 pesos, con máximos ingresos entre 30 y 100 UR, para esas mejoras, así como subsidios para arreglos de fachadas. Se otorgarán bonos enajenables a propietarios únicos de viviendas degradadas, que guardarán un porcentaje con respecto al valor del inmueble buscando proteger a los propietarios más frágiles.

A su turno, Sebastián Moreno, director de Tierras y Hábitat de la IM, señaló que el gobierno departamental “juega un rol muy importante en el afincamiento de la población de Ciudad Vieja” y contra los procesos de gentrificación que van sucediendo en particular en el casco histórico. En ese sentido adelantó que entre los terrenos ya adjudicados a cooperativas (unas potenciales 212 viviendas en el barrio, que representan 5% de la población de esa zona) y las que están en trámite se alcanza a 18% de terrenos otorgados por la Cartera de Tierras. En el intento de acelerar algunos procesos, se piensa incorporar fincas abandonadas –más de 6.000 metros cuadrados– para programas de alquiler social: 80 apartamentos accesibles que prioricen a los habitantes de Ciudad Vieja, indicó, y dijo que para lograrlo están trabajando junto con la Federación Uruguaya de Cooperativas de Vivienda por Ayuda Mutua. Entre las unidades en custodia y ya construidas hay 700 viviendas de ese tipo en Ciudad Vieja.

Además, se llevará a cabo un plan de pensiones que incluirá incentivos, es decir, préstamos blandos, para la mejora de las condiciones edilicias de las 18 registradas, así como para la regularización de aquellas que aún no lo estén.

Por otro lado, existen terrenos dados en custodia a cooperativas pero que aún están en proceso de préstamos, y dado que eso lleva un tiempo, la intención es llevar adelante programas para evitar esos vacíos urbanos, en particular mediante usos transitorios como las huertas urbanas. De ese modo se busca “afianzar el desarrollo comunitario e ir generando lazos”, indicó durante la conferencia de prensa. “Hay experiencia y la IM se plantea hacer una gran intervención”, agregó.

Todas estas políticas públicas deben tener diálogo con la sociedad, subrayaron, y en esa agenda de discusión se va a escuchar a los concejos vecinales y al tercer nivel de gobierno. Se debatirá desde la reconversión energética hasta la recolección de residuos, la recuperación de fachadas, la accesibilidad y una nueva activación del Cabildo de Montevideo, tratando de que asuma un rol distinto en la gestión cultural, al tiempo que se definirán programas sociales para personas en situación de calle mediante centros de día. En ese marco se pretende “seguir tejiendo la diversidad que el barrio tiene”, de cara a la próxima celebración de los 300 años de Montevideo.