Con sólo 13 días de diferencia desde que Wall Street Journal publicó un artículo sobre los efectos de Instagram en la salud mental de los adolescentes en el marco de su investigación conocida como los Archivos de Facebook, la empresa estadounidense anunció este lunes que suspenderá el desarrollo de Instagram Kids, una versión de la aplicación de fotos y videos para menores de 13 años.

En un comunicado publicado en el blog de Instagram, su director, Adam Mosseri, indicó que “es mejor para los padres tener la opción de darles a sus hijos el acceso a una versión de Instagram diseñada para ellos, donde los padres pueden supervisar y controlar su experiencia, que confiar en la capacidad de una aplicación para verificar la edad”. Sin embargo, se resolvió detener el proyecto para “trabajar con padres, expertos, legisladores y reguladores, escuchar sus preocupaciones y demostrar el valor y la importancia de este proyecto para los adolescentes más jóvenes de hoy”.

El informe de Wall Street Journal está basado en varios informes internos a los que tuvieron acceso, y cuyo centro está en que la compañía dirigida por Mark Zuckerberg está al tanto desde hace varios años de la mayoría de los problemas que se generan en sus redes sociales, pero decide hacer la vista gorda o tener una respuesta bastante débil.

El martes 14 se publicó un artículo que revelaba que, en marzo de 2020, la compañía tuvo acceso a un informe interno en el que se constataba que 32% de las adolescentes que utilizan Instagram afirman que cuando se sienten mal con su cuerpo, acceder a la red social las hace sentir peor, y que más de 40% de las jóvenes que se sienten poco atractivas empezaron a tener estas sensaciones viendo contenido en esa red social.

En el comunicado, Mosseri hace mención a este artículo y afirma que no está de acuerdo “con la forma en que el Journal ha informado sobre nuestra investigación”, ya que estos informes internos “a menudo arrojan luz sobre los problemas, pero inspiran nuevas ideas y cambios en Instagram”. En este sentido, señaló que se está trabajando en “alentar a las personas a considerar otros temas si se concentran en contenido que podría contribuir a una comparación social negativa” y en una función cuyo nombre tentativo es take a break (“tomate un descanso”), para que los usuarios pongan su cuenta en pausa y “se tomen un momento para considerar si el tiempo que le dedican es significativo”.

Tras la publicación de los Archivos de Facebook, desde la empresa hubo varias críticas al medio de comunicación por el enfoque de las notas. Sin embargo, fuera de la postura empresarial, parece que Facebook está pisando con más cuidado ahora que la opinión pública sabe lo que ellos saben.