“El problema con CrowdTangle” es el título de un correo enviado en setiembre de 2020 por John Pinette, vicepresidente de comunicaciones globales de Facebook, en el que compartió un artículo de la revista The Economist, que mostraba que los sitios de noticias estadounidenses con mayor engagement (participación activa) en Facebook eran la cadena Fox News y el sitio Breitbart, y demostraba que el ecosistema de noticias de la red social estaba inclinado hacia la derecha.

El artículo del Economist basaba su información en los datos proporcionados por CrowdTangle, una herramienta de análisis de redes sociales fundada en 2011, con unos 25.000 usuarios activos (mayormente periodistas, analistas de audiencia y personas vinculadas al marketing digital), que en 2016 fue adquirida por Facebook. Según informó el miércoles The New York Times, Pinette afirmaba en aquel correo: “Nuestras propias herramientas están ayudando a los periodistas a consolidar la narrativa equivocada”, y recibió el apoyo de varios ejecutivos de la empresa.

En abril, el cofundador y director ejecutivo de CrowdTangle, Brandon Silverman, anunciaba a sus empleados que, por decisión de Facebook, él dejaría de estar al frente de la empresa, que se reasignarían empleados y que el mando pasaría al “equipo de integridad” de Facebook, o sea, el área de la compañía que intenta eliminar la desinformación y el discurso de odio de la plataforma.

La resolución se tomó pocos meses después de la salida de Brian Boland, que estaba al frente del área de asociaciones estratégicas y era el único aliado del equipo de CrowdTangle en la interna de la Junta Directiva de Facebook en torno a la postura de que la transparencia de la empresa tenía que consistir en compartir tanta información como fuera posible sobre lo que sucede en su plataforma: bueno, malo o feo.

“A Facebook le encantaría la transparencia total si hubiera una garantía de historias y resultados positivos. Pero cuando la transparencia crea momentos incómodos, su reacción suele ser cerrar la transparencia”, dijo Boland al New York Times tras su salida de la empresa en noviembre.

Qué hizo CrowdTangle

La herramienta permite, entre otras cosas, acceder a un listado diario de las publicaciones que provocan mayor permanencia de los usuarios dentro de la plataforma. Durante los meses previos a las elecciones de noviembre en Estados Unidos, el periodista Kevin Rose, del New York Times, llevó adelante una cuenta en Twitter llamada Facebook’s Top 10, que recurría a CrowdTangle para mostrar las diez fuentes cotidianas de mayor compromiso en la red social. El resultado de esta iniciativa fue la documentación constante de cómo Donald Trump y referentes mediáticos del trumpismo, como Ben Shapiro y Sean Hannity, encabezaban y acaparaban la mayor parte de los primeros lugares.

La cuenta de Twitter le valió a Rose varias llamadas de ejecutivos de Facebook que criticaban la utilización de esos datos de forma supuestamente errónea. El jefe del servicio de noticias de la red social, John Hegeman, calificó de “engañosas” las publicaciones del periodista, argumentando que CrowdTangle medía sólo el engagement, pero la verdadera medida de popularidad de Facebook es el alcance (la cantidad de personas que ven una publicación). Sin embargo, a excepción de las cifras de reproducciones de videos, el alcance no es un dato público y no puede ser examinado o verificado por terceros; sólo se puede confiar en lo que dice Facebook.

Por este motivo, y en paralelo a CrowdTangle, Hegeman está llevando adelante un proyecto para modificar ciertas variables en el algoritmo de clasificación del servicio de noticias para cambiar las listas de los diez principales resultados, según The New York Times.

Sesgo confirmado

En setiembre de 2020 el CEO de Facebook, Mark Zuckerberg, decía en una entrevista a Axios que si bien el contenido radicalizado hacia las ideas más conservadoras generó una gran participación durante las elecciones estadounidenses, la idea de que Facebook era una cámara de resonancia de la derecha era “simplemente errónea”. Sin embargo, Boland, el exejecutivo de la empresa, dijo a The New York Times que en la interna de Facebook “estaban menos preocupados por la precisión de los datos que por la imagen de Facebook que presentaba”.

Esta declaración va en línea con lo que informaba a principios de marzo el portal Technology Review del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en un reportaje sobre el combate a la desinformación dentro de la empresa. En 2018 Donald Trump denunció un supuesto “sesgo de la IA” con el hashtag #StopTheBias, acusando a Google, Facebook y Twitter de acallar las voces conservadoras, lo que generó molestia en los seguidores del magnate y político, amenazando con una posible regulación de la red social.

Desde entonces varios jerarcas de la empresa comenzaron a trabajar en eliminar ese supuesto sesgo de los modelos de moderación de contenido de Facebook. Llamativamente, esto se hizo a costa de permitir que se esparzan la desinformación y los mensajes de odio. Los datos de CrowdTangle son una demostración de que la teoría del sector más conservador estadounidense sobre la censura de Facebook hacia ese tipo de pensamiento es falsa.

Sin embargo, en la interna de Facebook el problema ahora parece ser CrowdTangle. En respuesta a los mails enviados por Pinette, el director de marketing y vicepresidente de analíticas, Alan Schultz, dijo que “la única forma de evitar historias como esta” sería que Facebook publicara sus propios informes sobre el contenido más popular en su plataforma, en lugar de que los datos sean divulgados por CrowdTangle.

Unos días después de las elecciones, Schultz publicó en el blog de Facebook un artículo titulado “¿Qué ve la gente realmente en Facebook en Estados Unidos?”. Allí decía que si se clasificaban las publicaciones de Facebook según las que obtuvieran el mayor alcance, en lugar de las de participación se obtendría una lista de fuentes más convencional y menos partidista. Pero a esa clasificación sólo acceden él y algunos funcionarios de la compañía.