Tengo 46 años, una hija, una mesa redonda y una necesidad cada vez más intensa de juntarme a jugar juegos de mesa. En el estado de situación que vive el mundo, sentarse a jugar con otras personas es casi un acto político. Por eso mismo, me encanta enseñar juegos, pero también conocer nuevos. Hoy quiero recomendar uno que, si bien existe desde hace tiempo y ya es un nuevo clásico, conocí hace pocos días y siento que es una joya del caos cooperativo: Magic Maze.
Ha sido un juego muy reconocido internacionalmente, especialmente desde 2017, año en que fue nominado al prestigioso Spiel des Jahres, uno de los premios más importantes de la industria lúdica. Además, obtuvo el noveno lugar en el Deutscher Spiele Preis y ganó el Innospiel, que destaca la innovación en el diseño de juegos. También recibió el premio Beeple por su accesibilidad y fue recomendado por Mensa en 2018, lo que avala su calidad y valor intelectual. El juego fue nominado al International Gamers Award y recibió premios y nominaciones en varios países europeos, como el premio del público en el Festival Internacional de Juegos de Córdoba y nominaciones a Juego del Año en España y Alemania. En 2019, Magic Maze también ganó el premio Arets Spill en Noruega en la categoría Juego familiar del año. Todos estos reconocimientos reflejan la originalidad y el atractivo de Magic Maze como una experiencia cooperativa innovadora para distintos públicos, pero más lo refleja jugar una partida.
Escenarios adicionales
En Magic Maze somos un grupo de héroes –un enano, una maga, una elfa y un bárbaro– que quieren asaltar un centro comercial para conseguir sus armas. Nuestra misión es escapar antes de que se acabe el tiempo. La premisa es absurda, pero lo fascinante está en cómo se lleva adelante.
No hay turnos y se juega en silencio. Todos los personajes actúan al mismo tiempo, controlando las piezas en tiempo real y sin poder hablar. Cada participante recibe una loseta de acción: por ejemplo, mover hacia arriba, activar escaleras, descubrir nuevas losetas del centro comercial. Sólo puede ejecutar esa acción, aunque puede aplicarla a cualquier héroe.
El único mecanismo de comunicación es el peón de “Haz algo”. Si alguien necesita que otro actúe, puede colocarlo frente a su rostro y golpear la mesa suavemente como aviso. El silencio obligatorio instala una energía tensa, divertida y profundamente colaborativa.
El juego tiene un alto nivel de rejugabilidad, ya que incluye 17 escenarios: siete de iniciación, que introducen reglas de forma progresiva, y diez retos más complejos, que ponen a prueba la coordinación del grupo. Las losetas del centro comercial se van descubriendo dinámicamente, una detrás de otra, y hacen que el tablero vaya creciendo mientras se juega. Cada escenario cambia el mapa, la dificultad y los retos.
La edad recomendada es de 8 años en adelante, y por buenas razones: el ritmo frenético y la necesidad de concentración hacen que, para niños más pequeños, el estrés pueda ser excesivo. Existe también una edición Magic Maze Kids para jugar a partir de cinco años, con reglas más sencillas.
Funciona muy bien con grupos de una a ocho personas, incluso tiene un modo solitario que resulta desafiante y divertido. No requiere lecturas complicadas ni experiencia previa. Sólo atención, mirada, sincronización y humor.
Si el juego base ya les encanta, hay dos expansiones que amplían la experiencia. Por un lado, Seguridad máxima añade guardias móviles y 13 losetas nuevas, con 13 módulos que permiten ajustar la dificultad: desde permitir hablar hasta hechizos o cárceles de guardias. Es ideal para personalizar cada partida y adaptarla a niños o adultos según el nivel deseado. Por otro, Hidden Roles transforma el juego en semicooperativo: cada personaje puede tener una misión secreta o incluso ser un traidor. Agrega tensión, competencia y un nuevo tipo de experiencia, cuando el objetivo colectivo convive con agendas individuales.
Magic Maze es diferente. Un juego cooperativo sin turnos, sin palabras, donde el caos organizado se vuelve una experiencia social real que puede durar entre 3 y 15 minutos. Es una joya lúdica editada por la editorial 2 Tomates y se puede conseguir en Enigma Games, Bebemi, Xuruguay, Montevideo Gaming House, Sparta Board Games o Guarida Corp a un precio aproximado de $ 2.900.
Letra a letra
El Club de Scrabble del Uruguay, en coordinación con el Área de Cultura de Bienestar Universitario, invita a participar en las partidas de los lunes en la Biblioludoteca Amelia Sanjurjo, ubicada en el edificio del Comedor Universitario 2 (Alfredo Navarro 3087).
Desde las 12.30, durante la tarde se puede aprender a generar estrategias con palabras cruzadas y conectando letras. La actividad es una forma de fortalecer el bienestar emocional y social por medio del juego. El acceso es libre.
Lúdicos en el club
El domingo 10 de agosto, de la mano de Pocitos libros y Ludocracia, habrá una nueva edición de la Tarde de Juegos de Mesa y Chocolate en el Casal Catalá (Francisco Araúcho 1186), de 15.00 a 19.00.
La actividad tiene un costo de $ 400 e incluye una taza de chocolate caliente con dos medialunas, además de libre participación en los juegos. Reservan lugar por el 092 977 791.
Gráficos de fiesta
Se viene el clásico Kiosk0 Wang (Juan Carlos Gómez 1538), una tarde de feria, música, jam y cafecito. El colectivo gráfico abre su casa de Ciudad Vieja el viernes 8 a las 17.30. Habrá venta de obra original y reproducciones, open studio y jam de dibujo.