La cara de Sacha Baron Cohen (Londres, 1971) no es su atributo más conocido. Su voz ha dado vida al rey Julien en la saga de Madagascar (2005, 2008, 2012), mientras que en varias comedias de estilo documental lo hemos visto escondido detrás de vello facial, pelucas y prótesis, para ganarse la confianza de su interlocutor y hacerlo decir cosas que de otro modo no diría (al menos frente a cámaras).
Ya en el siglo pasado se divertía con su personaje de Ali G, a quien muchos recordarán por su participación en el videoclip del tema “Music”, de Madonna. Con esta parodia sobre el blanco de los suburbios que se cree negro entrevistó a innumerables celebridades para la televisión británica, desde David Beckham hasta Donald Trump, sin que ellos supieran que se trataba de un comediante disfrazado. Y tuvo su película, que por aquí no fue tan conocida.
En 2006 su fama se catapultó a niveles globales con el estreno de Borat, película en la que volvía a disfrazarse, esta vez de un reportero de Kazajistán que visitaba Estados Unidos con la intención de casarse con Pamela Anderson. Durante el trayecto, este hombre se cruzaba con elementos típicos de la cultura local, que ponían de manifiesto toda su ignorancia, su xenofobia y su antisemitismo, animados por ese hombre de acento tan extraño que les hacía preguntas tan raras.
Su siguiente álter ego saltó a la gran pantalla en 2009, aunque había debutado una década antes. La película Bruno seguía al reportero de modas epónimo mientras se burlaba no solamente de la industria de la alta costura sino de una gran variedad de celebrities, vivas y muertas (cómo olvidar la sesión de espiritismo en la que contactó a Rob Pilatus, de Milli Vanilli). Su siguiente disfraz llegó en 2012, en esa parodia poco velada de Muamar el Gadafi, conocida como El dictador. Tuvo roles en películas tan variadas como La invención de Hugo Cabret (2011), Los Miserables (2012) o Alicia a través del espejo (2016), pero se extrañaba el documental camuflado. Por suerte apareció Who is America?
La primera noticia de esta serie televisiva surgió, convenientemente, apenas unos días antes de su estreno. El 4 de julio, Baron Cohen inauguró su cuenta de Twitter con un video en el que Donald Trump lo insultaba y lo mandaba a estudiar. Trump, con su característica vanidad, afirma que es la única persona que se retiró “inmediatamente” de una entrevista con Ali G, aunque el comediante afirma que estuvo nueve largos minutos.
Pocos días más tarde, un segundo video comenzaba diciendo “Imaginen si Sacha Baron Cohen hubiera estado filmando un nuevo show en secreto durante un año...”, para luego mostrar cómo hacía firmar a Dick Cheney, ex vicepresidente estadounidense, su “kit para la realización de submarinos”, en referencia a ese método de tortura. El tráiler llegó el 9 de julio y el primero de siete episodios se emitió por la cadena Showtime el domingo 15.
Si bien en aventuras anteriores Baron Cohen ya había apuntado contra la idiosincrasia estadounidense, con Who is America? “explorará los diferentes individuos, desde los infames hasta los desconocidos a través del espectro político y cultural, que pueblan ese singular país”. Las primeras imágenes difundidas confirman que las “víctimas” de la ocasión son los integrantes del sistema político y aquellos que los rodean y los apuntalan.
Un brutal adelanto de diez minutos lo mostró caracterizado como Erran Morad, israelí experto en antiterrorismo. Mientras Estados Unidos debate sobre el tema de la tenencia de armas (o elude el debate por completo), Morad cree que la Asociación Nacional del Rifle, uno de los lobistas más poderosos, debería ir todavía más lejos. Así que les cuenta a sus entrevistados que en Israel se enseña a disparar armas a niños desde los cuatro años y afirma que de esa forma disminuirían en Norteamérica los tiroteos en centros estudiantiles. Varios políticos conservadores, incluyendo integrantes actuales de la Cámara de Representantes, aparecen frente a cámara apoyando el proyecto “Kinderguardians”.
Otros personajes interpretados por el inglés incluyen a un conspiranoico de extrema derecha llamado Billy Wayne Ruddick J, utilizado para entrevistar a Sarah Palin, ex candidata a la vicepresidencia. Palin calificó el humor de Baron Cohen de “malvado, explotador y enfermo” y lo acusó de burlarse de los veteranos de guerra que quedaron en sillas de ruedas. La cadena Showtime, sabiendo que una cosa es ofender y otra es ofender a los veteranos, aclaró que el personaje no utiliza distintivos militares y que solamente usa la silla de ruedas “para conservar su energía”, como dijo Baron Cohen durante una entrevista con el senador Bernie Sanders.
Los otros dos personajes nuevos son el activista liberal Nira Cain-N’Degeocello, que tiene cámaras en el baño para asegurarse de que su hijo orine sentado y su hija lo haga de pie, y Rick Sherman, un ex convicto liberado luego de 21 años, que utiliza fluidos corporales en sus obras de arte.
Está previsto que los episodios se estrenen en Estados Unidos semanalmente, cada domingo hasta el 26 de agosto.