Una mujer corriendo delante de un tanque. Una mujer acostada desnuda en una camilla y su sangre goteando en el piso. Una mujer leyendo las actas de la represión en su país mientras un dentista le inyecta anestesia en las encías una y otra vez. Tres imágenes sobre cómo el arte contemporáneo intenta plantear metáforas sobre Guatemala.
Se abre paréntesis
Antes que Cuba estuvo Guatemala. Fue el primer imán para la izquierda latinoamericana. Fue la escuela política en la que Ernesto Guevara –que llegó siendo un niño caprichoso, algo chanta y aventurero– empezó a convertirse en el Che. La presidencia de Jacobo Arbenz (Quezaltenango, 1913) comenzó en 1951 y terminó con la invasión estadounidense de 1954. Su derrocamiento borró del mapa la reforma agraria y el ballet nacional. No más títulos para los campesinos ni zapatillas de punta para las aspirantes a cisne. Visto desde Uruguay, “A Guatemala”, escrito en 1954, fue el primer poema político de Idea Vilariño y su primera polémica con Emir Rodríguez Monegal. La pulseada era entre la pureza del Parnaso y la contaminación del compromiso.
El golpe contra Arbenz restauró los privilegios de la United Fruit Company, la empresa que era dueña de la mitad de las tierras del país, aunque sólo cultivaba el 2%, y que inspiró el concepto de república bananera (el término se acuñó en una novela de O’Henry, Coles y reyes, ambientada en Honduras). Como siempre, los antecedentes se perciben mejor en la literatura que en los libros de historia: véase La trilogía bananera, de Miguel Ángel Asturias (Ciudad de Guatemala, 1899). E incluso antes, también de Asturias, El señor presidente. Y más atrás todavía, Hombres de maíz, también de Asturias.
Tras el golpe que derrocó a Arbenz el país transitó el resto del siglo XX en medio de una larga guerra civil y una sangrienta dictadura. Tanto horror genera una narrativa que es, a la vez, compromiso y escape, como ocurre en los libros de Rodrigo Rey Rosa (Ciudad de Guatemala, 1958). Hoy el país está gobernado por Jimmy Morales (Ciudad de Guatemala, 1969), un polémico ex cómico de televisión.
Se cierra paréntesis
Regina José Galindo (1974) es la principal artista guatemalteca de la actualidad. Con su obra Himenoplastia, en la que registra su propia operación de reconstrucción de himen, ganó el León de Oro a la Mejor Artista Joven en la Bienal de Venecia de 2005. También estuvo presente en la más reciente Documenta de Kassel, en 2017, y su trabajo es parte de las colecciones del Museum of Modern Art de Nueva York y de la Tate Gallery de Londres. Su muestra El cuerpo como anomalía estuvo en el Subte de Montevideo el año pasado y uno de sus videos, La sombra, se puede ver como parte de la Temporada 33 del Espacio de Arte Comtemporáneo (ex cárcel de Miguelete) hasta el 14 de julio. También es poeta. En uno de sus poemas escribe: “La muerte no tiene metáfora”. Y en eso acierta a la vez que se equivoca.