La emergencia sanitaria declarada el 13 de marzo por el gobierno nacional significó, como es notorio, el cierre de las salas de espectáculos públicos y la cancelación de numerosos programas que ya estaban planificados. Entre las medidas tomadas, además de la devolución de entradas, las diversas instituciones han ido instrumentando formas alternativas de poner en contacto a público y artistas. Con ese objetivo, la sala Zitarrosa organizó Mi canción, mi escenario, un ciclo “en el que músicas y músicos muestran sus canciones de una manera especial”.

La idea, explicó a la diaria Jorge Schellemberg, director de la sala y curador del proyecto, es menos ofrecer conciertos (algo de lo que ya hay una profusa oferta en distintas plataformas) que acercar una canción en particular, que cada artista elige, interpreta y graba en su domicilio, pero que, además, acompaña con algún comentario.

Para la primera temporada del ciclo (está previsto que haya una segunda) fueron seleccionados 15 artistas, atendiendo a un criterio que contempla por un lado la presencia de gente que tenía espectáculos programados que debieron ser cancelados, pero también atendiendo “a un neto criterio de paridad” de género y a “una búsqueda de cierta diversidad de estilos”. Sobre este último aspecto, dice Schellemberg, todavía siguen trabajando para ofrecer aún más variedad de propuestas.

Así las cosas, además de generar contenidos para el público se buscó “generar trabajo”, es decir, responder, en la medida de las posibilidades, a la situación particularmente precaria de los artistas que, de un día para otro, vieron cercenada la posibilidad de presentarse en escenarios y ganarse el sustento. Para ellos, entonces, el proyecto significa una “remuneración modesta” que “sale del presupuesto de la sala”, con el aval del departamento de Cultura de la Intendencia de Montevideo.

Todos los artistas programados están cobrando la misma suma de dinero, que es “un ficto basado en un laudo mínimo” que asciende a “un nominal de 8.887 pesos”, que cumple con todas las cargas sociales y que se cobra por única vez, “porque tampoco es un show: es una canción”.

Además de la canción, a la que se accede por un enlace que conduce al canal de Youtube de la sala y que también está disponible en la plataforma Crea de Ceibal, algunos artistas dejaron la letra o los acordes del tema elegido para que el usuario pueda descargarlos.

“Se hizo tratando de que fuera un contenido con algún valor agregado” y, al mismo tiempo, “que fuera un producto de no más de diez minutos” de duración, para permitir una mayor visualización. Ese objetivo se cumplió con creces: según cuenta Schellemberg, “la mayoría ya pasaron las 10.000 vistas”.

Con la primera temporada ya avanzada, en el sitio de la sala se encuentran, al día de hoy, las canciones de ocho de los 15 artistas elegidos. Entre otras y otros próximos a subir están ya anunciadas Carmen Pi, Papina de Palma y Malena Muyala.

Los interesados pueden encontrar el material ya subido e ir vigilando la llegada de próximos videos en el sitio web de la sala: salazitarrosa.montevideo.gub.uy.

Músicos y canciones ya disponibles

  • Alberto Mandrake Wolf: “De tan libre” (incluye la letra para descargar)
  • Ana Prada: “Podría ser”
  • HA Dúo (Hugo Fattoruso y Albana Barrocas): “Canción de 2020” y “Sonrisa”
  • Guada Romero: “La luz” (incluye letra y acordes para descargar)
  • Edu Pitufo Lombardo: “Pa’ la gramilla” (incluye letra y acordes para descargar)
  • Maia Castro: “Simplemente”
  • Nicolás Román: “Que pase algo”
  • Lucía Severino: “Lejano mundo” (incluye letra y acordes para descargar)