En su apartamento de Pocitos, Vinicius de Moraes compuso un himno de la música popular brasileña, “A Felicidade”, mientras lo pulía por teléfono con Tom Jobim, que estaba en San Pablo. Como recuerda el argentino Fernando Noy, la inspiración habían sido unas gotas de rocío sobre unas flores de la Plaza Matriz, en la época en que el músico, poeta y dramaturgo vivía en Montevideo como diplomático (1957-1960). Pero esta es sólo una de las tantas historias y cruces que marcaron el vínculo de Vinicius con Uruguay, país al que volvió en varias ocasiones, sobre todo en los 70, cuando se presentó en La Fusa de Punta del Este, donde surgió el poderoso álbum Vinicius de Moraes en La Fusa con Maria Creuza y Toquinho (1970).
Esta es una de las excusas para que su nieta, la gran cantante Mariana de Moraes, le dedique cinco encuentros virtuales para narrar historias, anécdotas personales y artísticas, interpretar algunas obras en vivo, y conversar sobre su música y poesía, cuando se cumplen 40 años de su muerte. El taller, llamado Vinicius de Moraes: por detrás de la canción y los años uruguayos, irá por Zoom los lunes 14, 21, 28 de setiembre, 5 y 12 de octubre, de 20.00 a 22.00, y será en español (por inscripciones, ladiaria.com.uy/U5r).
En sus 30 años de carrera, Mariana de Moraes ha participado en varios proyectos y homenajes a su abuelo en distintos países del mundo. Con esa excusa volverá ‒al menos por Zoom‒ a Uruguay, luego de que en 2018 participara en el Festival de Cine de Punta del Este presentando el documental que analiza el alcance de la obra del poetinha. “Al menos una vez por año alguien me pide un concierto en homenaje a Vinicius. En todo este tiempo, mientras estudiaba y escuchaba cosas de la familia, y realizaba proyectos sobre él, me volví una especialista, aunque deteste esa palabra. Me preguntaron si no quería dar un curso sobre todas las historias que sé de él, y así surgieron estos encuentros”, cuenta. Esta será la primera vez que lo haga por internet, ya que se reconoce como una persona de palco, de teatro, definida por su trabajo en escena. Aunque, para ella, esta nueva apuesta se ha transformado en una “aventura bellísima”. A los primeros encuentros virtuales que organizó en Brasil asistió un público “muy joven y alentador”, comenta, pero también “muy conocedor de la obra y vida de Vinicius, de modo que también pudieron complementar historias. Y, en ese sentido, sé que él también es muy querido en Uruguay”, plantea.
Imagina que el público interesado en estos encuentros será aquel que se interese por la poesía, la obra de Vinicius o la música brasileña en general. “Para hacer los conciertos yo investigaba, y me enfocaba mucho más en ciertos temas, como los poemas, la música, y no abordaba tanto la historia biográfica. Por eso, para mí es increíble investigar, como he hecho con los afrosambas, porque en el proceso descubro muchas cosas revisando documentos, audios. Hacer esto en Uruguay será muy interesante”, admite. Sin dejar de reconocer que, económicamente, también es un apoyo, ya que en Brasil hoy los artistas están “totalmente desamparados”: “Fuimos los primeros en cancelar nuestra actividad, no tenemos apoyo del gobierno y todo es cada vez más complejo. De modo que es una motivación poética pero también material, y emocional, por lo que implica el encuentro con otras personas”.
La actriz y cantante cuenta que, en su caso, cada vínculo que explora la conduce a nuevos hallazgos. Así fue cuando el año pasado recibió una invitación de Estados Unidos para presentar un concierto en Los Ángeles, donde también vivió Vinicius, y ahora recibió “una invitación de una periodista brasileña que vive en Uruguay [Denise Mota] para hacer este taller, por el vínculo que tiene el país con él, y eso es muy encantador. Más allá, claro, de que me interesa mucho la música uruguaya, y que sea una apasionada de Hugo Fattoruso, por ejemplo, que es uno de mis ídolos”.
Encuentros
El primer Zoom, del 14 de setiembre, se titula “Orfeo rupturista y la bossa nova”, y está dedicado al comienzo de la producción literaria y musical de Vinicius con su proyecto teatral Orfeo da Conceição (1954), presentado en el Teatro Municipal de Río de Janeiro con un reparto de actores negros, así como las repercusiones políticas, y la formación de la llamada santísima trinidad de la bossa nova, que integró junto a Tom Jobim y João Gilberto.
El segundo se enfocará en las afrosambas, el vínculo del poeta con las religiones de matriz africana, y la composición del disco Afro-sambas (1966). Y los siguientes abordarán sus amistades e influencias (Pablo Neruda, Orson Welles, Marlene Dietrich, Walt Disney, Oscar Niemeyer, Carlos Drummond de Andrade); al poeta y artista popular (a partir de la lectura y análisis de poemas y letras, la revolución del movimiento modernista, la fusión entre la cultura culta y popular); y los años uruguayos, centrados en un recorrido por la obra y la vida del artista a fines de la década del 50, cuando llegó a Montevideo como diplomático, luego de representar a Brasil en Los Ángeles y París.
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