“El primer año de pandemia no lo pasé mal. Era una incertidumbre, no entendía nada y dije ‘bueno, me quedo en mi casa un mes, dos meses’, y después fueron muchos más. Pero este año, el verano en pandemia me aburrió muchísimo, me empecé a estresar y ya quería encontrarme con gente y ensayar”.
Así habla Tabaré Rivero cuando recuerda cómo fueron cambiando sus sensaciones desde el arranque de la pandemia, allá por marzo de 2020. Para setiembre del año pasado estaba previsto que la banda de Rivero, La Tabaré, se presentara en el Auditorio del Sodre para festejar nada menos que sus 35 años de carrera. Pero, obviamente, fue uno de los tantos eventos que tuvieron que ser suspendido por el agravamiento de la pandemia. Finalmente, luego de varias idas y más vueltas, el espectáculo será hoy martes.
La abstinencia de agarrar los instrumentos logró que la banda en los últimos encuentros tuviera ensayos “de alegría, de más sonrisa y diversión”, con “cero discusión”, dice Rivero, al punto de que confiesa que “parece otra banda”. “No digo que la pandemia haya servido para esto, pero nos encuentra con entusiasmo. Me encanta que estos muchachos, que algunos ya hace siete años o más que están tocando conmigo, tengan ese entusiasmo por volver, porque me entusiasma a mí”, acota.
Pero durante la pandemia la banda no estuvo totalmente quieta. En julio de 2020 lanzó una canción nueva, “La moda del wash”. “Esos fake news que leés, / los videos que mirás, / los mensajes al revés, / males de moda del wash”, canta Rivero, deslizando su clásica obsesión por la alienación, antes de cabalgar sobre un riff típicamente tabarecista –por La Tabaré, claro está–. “Yo fui alumno de Candeau, / vos ni te acordás quién fue, / la cultura nos robó, / nos dejó el disparate del wash”, canta más adelante. Este nuevo tema se complementa bastante bien con la temática vernácula de “País belleza”, la última canción que lanzó La Tabaré, en julio de 2021.
Hace varios meses que Rivero está trabajando en un nuevo disco de su banda, y dice que, a diferencia de otros álbumes, al componer las letras no está “tan preocupado por las rimas y la métrica de los versos”, es “un poco más libre”. Además de eso, la música nueva “mutó”, ya que tenía previsto hacer un disco de canciones largas, de esas con muchas partes, pero al final están ensayando temas que no duran más de dos minutos, como los que encontramos en los primeros discos de la banda. Pero después esa idea mutó otra vez y se preguntaron qué pasa si graban un disco doble, uno de canciones cortitas y otro de largas, así que en realidad está “todo en veremos”, dice Rivero.
La idea de la banda es sacar el disco nuevo en los dos formatos extremos, es decir, en vinilo –y no en CD– y en las plataformas digitales. El músico agrega que el vinilo “nunca debió haberse perdido”, por el arte de tapa, las letras y toda la información que puede incluir. “Es un objeto artístico en su totalidad. Me encanta volver al vinilo, y ojalá la gente prefiera tenerlo de esa manera, como colección, aunque sea. Después, que lo escuchen en la computadora, en el celular, en donde carajo quieran escucharlo. Pero que por lo menos lo observen, lo palpen, lo huelan... Hasta el olor del vinilo tenía algo interesante”, dice.
El espectáculo de hoy se titula Poesía de rock y rabia. Más de 35 años después de haber formado la banda, Rivero confiesa que si bien es un tipo de características rabiosas, a esta altura de su vida la rabia “pasa por otro lado”, porque nada “le importa nada”. Dice que “la estupidización de lo que quieren obligarnos a consumir” le importa y le da “una rabia tremenda”, pero ya no se preocupa.
“Es innato en mí que me fastidio, pero no es como antes, que me quitaba energía –no sé si tengo energía, capaz que por eso no me la puede quitar–. Incluso, las peleas que tenía en el ambiente musical para poder seguir adelante con la banda... A esta altura ya está todo, la cosa fluye, por suerte. No seremos la megabanda, nunca estaremos primeros en el ranking, pero nunca hicimos nada para lograrlo, así que no puedo quejarme de eso. Yo estoy muy feliz, por eso la rabia no es la misma”, dice.
Para entrar a ver a La Tabaré hoy de noche no se requiere “pase verde”, es decir, mostrar el certificado de vacunas contra el coronavirus, porque a Rivero no le parece “para nada lindo que se esté obligando a la gente” a presentar un documento para pasar. Subrayó que cada uno debe ser consciente de “usar tapabocas, si hay que usarlo; de mantener la distancia, si hay que mantenerla”, pero no está de acuerdo con pedir certificado de vacunación “para hacer más plata y meter más gente”. “Cada uno tiene derecho a vacunarse o no vacunarse, y yo no soy quién para decirte que si no presentás un documento, no podés entrar a ver un concierto de La Tabaré. No me parece para nada correcto”, finalizó.
Poesía de rock y rabia. Hoy a las 21.00 en el auditorio Adela Reta. Entradas por Tickantel que van de $ 500 a $ 900.