La Justicia española ordenó el ingreso a prisión de Pablo Rivadulla, el rapero conocido como Pablo Hásel, quien deberá cumplir una pena de nueve meses y un día por enaltecimiento del terrorismo e injurias contra la corona y las instituciones del Estado. La confirmación de la pena impuesta en mayo de 2020 llegó el jueves por medio de una comunicación en la que Hásel fue notificado de que tenía diez días para presentarse voluntariamente en un centro penitenciario.
“Al final no ha habido la suficiente solidaridad para parar esto que nos afecta a la mayoría que no tenemos garantizada la libertad de expresión”, escribió el rapero en su cuenta de Twitter. “Van a encarcelarme por contar hechos objetivos, pero jamás van a doblegarme”.
Su caso se relaciona con expresiones difundidas en las redes sociales entre 2014 y 2016. “Los amigos del reino español bombardeando hospitales, mientras Juan Carlos se va de putas con ellos”, había escrito Hásel en enero de 2016, imputando también al rey emérito y a Felipe VI la comisión de múltiples delitos, incluidos el homicidio y la malversación de fondos.
Con respecto al enaltecimiento del terrorismo, publicó una imagen de Victoria Gómez, integrante de la organización terrorista Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre (Grapo), con el texto “Las manifestaciones son necesarias, pero no suficientes, apoyemos a quienes han ido más allá”.
En marzo de 2018 había sido condenado a dos años y un día de cárcel por esta causa, pero seis meses más tarde un tribunal de apelación rebajó la pena a nueve meses y un día, por entender que se debía aplicar el castigo mínimo contemplado por la ley, ya que sus mensajes no suponían un “riesgo real” para las personas. Esta es la decisión confirmada por el Tribunal Supremo en mayo de 2020 y “ordenada” la semana pasada por la Audiencia Nacional, que continúa una larga historia de mordazas judiciales entre las que cabe recordar la sanción a Evaristo Páramo, de La Polla Récords, y la imputación del subdirector de la revista satírica El Jueves, entre muchas otras.
Hásel había pedido la suspensión de esta pena, algo que recibió el apoyo de la Fiscalía, pero desde la Audiencia Nacional rechazaron este beneficio por considerar que no cumple con algunas condiciones necesarias, como que fuera su primera condena.
Sus antecedentes
El rapero tiene una condena firme de dos años de cárcel de 2015, por hechos similares, por haber subido a Youtube canciones que incluían versos como “No me da pena tu tiro en la nuca, pepero (afiliado al Partido Popular)”, “Pienso en balas que nucas de jueces nazis alcancen” o “Juan Carlos el Borbón, capo mafioso saqueando el reino español”. Cuando fue citado en aquella primera oportunidad, declaró: “Que me citen las veces que quieran en su tribunal fascista, que me encierren, que me maten si quieren, pero jamás callaré, jamás”. La pena de 2015 no fue ejecutada porque el condenado carecía de antecedentes penales, cosa que no sucede en esta oportunidad.
“Ni las circunstancias personales del reo, ni la naturaleza de los hechos, ni su conducta puede hacerle merecedor de tal beneficio”, concluyeron los magistrados al denegar la suspensión de la ejecución de esta pena de nueve meses, que además se puede incrementar hasta cerca de los dos años si no abona una multa de 24.300 euros que también se le impuso.
El tribunal consideró que “el ejercicio de la libertad de expresión y opinión cuenta con algunas barreras”, y que su conducta va más allá de la “camaradería nacida de vínculos ideológicos”, al comportar una “alabanza, no ya de los objetivos políticos, sino de los métodos violentos” empleados por organizaciones terroristas.
Asimismo, se consideró que algunas expresiones contra el rey y las fuerzas policiales tampoco estarían comprendidas dentro de la libertad de expresión, sino que constituyen “odio y ataques al honor”.
Hásel tiene otras dos sentencias recurridas, que todavía no son firmes. En junio de 2020 lo condenaron a seis meses de prisión por un delito de lesiones, por haber agredido cuatro años antes a un periodista en una rueda de prensa. Según la Justicia, el músico empujó, insultó y roció con líquido de limpieza a un periodista de TV3. También el año pasado fue condenado a dos años y medio de prisión por agredir a un hombre que declaró como testigo en un juicio en el que se absolvió a un agente de la Guardia Urbana acusado de agresión a un menor, amigo de Hásel.
El artista también fue noticia en 2019, cuando, durante el festival Música Urbana Reivindicativa, que llevaba el lema “Ni exilio, ni prisión. Libertad de expresión”, quemó una bandera de España. Aquel encuentro se celebraba en solidaridad con otro rapero, Valtonyc, condenado en 2017 por enaltecimiento del terrorismo, injurias graves a la corona y amenazas. Cuando la pena de tres años y medio de cárcel se confirmó, Valtonyc huyó a Bélgica, desde donde manifestó públicamente el apoyo a su colega.
El fin de semana hubo una concentración frente a la Delegación del Gobierno en Barcelona, en la que unas 700 personas pidieron la suspensión de la condena de Hásel.
“No tengo nada de lo que arrepentirme”
En una rueda de prensa llevada a cabo el lunes en Lleida, Hásel aseguró que no pedirá el indulto. “No tengo nada de lo que arrepentirme”, dijo, según recoge la agencia de noticias Efe. “No haré nada que pueda parecer arrepentimiento, por lo que mi actitud en prisión será la misma que en la calle: la prisión es otra trinchera de lucha”. Apuesta a la movilización social solidaria como única vía para “dejar en evidencia” al Estado. “No hace falta compartir todo lo que digo para ver que es un grave ataque contra la libertad de expresión y el resto de libertades democráticas”. Hásel afirma que la Justicia aprovechó el contexto de pandemia para ponerlo en prisión “con la menor respuesta posible en las calles”.
En cuanto al exilio, opción tomada por Valtonyc, dice que la consideró y que le parece “muy respetable”, pero él decidió quedarse “para desenmascarar al Estado y a lo que llaman democracia”. Por último, lamentó que España sea “el Estado con más artistas condenados, un total de 15 raperos”.
Este lunes, la portavoz de Podemos, Isa Serra, expresó el rechazo de su agrupación a la condena impuesta a Hásel y dijo que la sentencia pone de manifiesto la “asfixia” a la libertad de expresión en España y la necesidad de derogar la Ley de Seguridad Ciudadana, popularmente conocida como “ley mordaza”, que sirve de marco jurídico para situaciones como esta.