Se dice que una de las características sobresalientes de la música popular uruguaya son sus dúos. Una tradición que tomó notoriedad con Los Olimareños y que desde entonces ha gestado innumerables propuestas, la mayoría en base al ensamble de voces y guitarras. Y aunque los integrantes suelen ser hombres, también los hay femeninos, o mixtos, como el formado por Washington Carrasco y Cristina Fernández. A este camino que viene de lejos se sumaron la cantante y compositora Melaní Luraschi y el músico Eduardo Larbanois, quien está por alcanzar las cinco décadas de experiencia en esto de cantar de a dos.

La propuesta surgió cuando Luraschi tomaba clases con el guitarrista. Empezaron explorando la música popular latinoamericana y hoy ya componen sus propias canciones. En 2020 editaron Elogiando al viento, un EP que reúne tres grandes versiones y que deja ganas de escuchar más. Esta noche hay una oportunidad de satisfacer esas ganas, ya que darán un show por streaming desde la cuenta de Youtube de Melaní Luraschi, con “las mismas exigencias” de un toque convencional. Se podrá acceder de manera libre, aunque ofrecen la posibilidad de comprar una entrada a modo de colaboración.

Aprovechamos una pausa del ensayo y entre afinadas y encuadres de cámaras conversamos con el dúo.

¿De qué va el show de esta noche? ¿Van a presentar material nuevo?

Melaní Luraschi: Sí, va a haber algunas obras inéditas. Somos bastante detallistas, solemos presentar nuevos temas cuando después de ensayar y probar realmente sentimos que ya maduró la canción. La selección de repertorio ha llevado muchísimo tiempo. Él me muestra material y yo también, de ahí nos preguntamos por qué sería importante hacerla, en qué lugar me pone a mí y en qué lugar lo pone a él. También estamos componiendo, ya llevamos dos temas juntos y alguno que estamos empezando a trabajar. Con Eduardo no sólo hacemos música, sino que también hablamos muchísimo sobre la música y los textos. El porqué y cómo lo queremos decir. Creo que algo que compartimos es que somos detallistas y profundos, el ensamble se fue armando de mucho ensayo.

Da la impresión de que van al alma de la canción, en busca de lo esencial.

Eduardo Larbanois: Así debe ser, es un delicado compromiso; tomar obras de referentes tan profundamente arraigados en la memoria popular, que ya son parte de la historia cultural del continente, nos exige justificar la elección, sobre todo teniendo en cuenta la diferencia etaria que tenemos con Melaní. Cuando uno elige una canción, es fundamentalmente porque le hubiera gustado escribirla, entonces debe asumirla tan profundamente como si fuera propia, es la única razón que justifica hacer una versión.

¿Tienen referencias para este formato?

Eduardo Larbanois: Debe haber muchas, pero no nos referimos a ninguna. Melaní es una solista creadora consumada, y en el dúo con Mario Carrero hacemos un trabajo muy diferente, somos de la misma generación y respondemos a ella. En el trabajo con Melaní encuentro otros desafíos.

¿Cuáles, por ejemplo?

Melaní Luraschi: Creo que el mayor desafío que encontramos es la diferencia generacional. Ese desafío, como ya lo hemos dicho otras veces, creemos que puede sumar más que restar. Ahora, hay que aprender a escuchar y saber ceder cuando corresponde. Los dos entendemos que tanto la generación de Eduardo como la mía tienen formas distintas de ver muchas cosas, aunque lo interesante es cuando podemos dialogar en esas diferencias y nos construimos. Incluso hemos sacado temas del repertorio porque yo le he dicho a Eduardo que no me identificaba o que sentía que no correspondía que yo cantara algo así, así como también le he presentado temas y se ha reído porque dice que ni siquiera pertenecen a su época, son incluso anteriores.

Tengo la sensación de que en Uruguay (a diferencia de Argentina, por ejemplo) no tenemos mucho hábito de versionar nuestro cancionero.

Eduardo Larbanois: Probablemente el oriental tiene mayor intención creadora, teniendo en cuenta que nuestra identidad en la música (en la cultura en general) se ha forjado hace muy poco tiempo. Si bien es un hecho dinámico, en permanente cambio, los procesos históricos van dejando mojones que sirven como referencia. No olvidemos que muy poco sabemos de nuestros pueblos originarios. En los otros países latinoamericanos hay una cultura muy rica y antigua, una tradición de amor a lo propio muy grande, donde el canto y la música son parte esencial de la vida.

¿Cómo ven el panorama de la música de raíz folclórica uruguaya?

Eduardo Larbanois: En lo personal, me parece un momento de incertidumbre fermental. Hay personas jóvenes que manejan muy bien los instrumentos y una sólida formación teórica; no obstante, una tradición a mi criterio muy valiosa, que nos dejaron las generaciones anteriores en lo que tiene que ver con la calidad de los textos, no la veo, o en todo caso es excepcional.

¿Por qué un elogio al viento?

Melaní Luraschi: Quisimos parafrasear la bellísima canción de Armando Tejada Gómez y Gustavo Cuchi Leguizamón “Elogio del viento”. Y porque además el viento es el intenso caminador que lleva y trae semillas, murmullos, a veces gritos de dolor y rabia, y también melodías de esperanza de sur a norte, de este a oeste del continente, nuestra casa.**

Elogiando al viento. Eduardo Larbanois y Melaní Luraschi. Viernes 30 de abril, 21.00. Canal de YouTube de Melaní Luraschi. En la descripción se encuentran las cuentas para colaborar.