Desde fines de mayo está disponible al público en general el Acervo Digital Vinícius de Moraes, que incluye poemas, letras de canciones, discursos, obras de teatro, guiones de cine, cartas, telegramas, entrevistas y fotografías que desde 1992 y hasta ahora estaban al alcance de especialistas.

Son más de 11.000 archivos digitales que dejan claro que el poeta, compositor, diplomático, dramaturgo y padre de la bossa nova revisaba, rehacía y corregía su producción literaria y musical varias veces antes de ofrecer la versión final.

“En los archivos sobre su producción intelectual podemos ver que Vinícius era un hombre que trabajaba mucho, que era un trabajador de la palabra. Y por eso un poema o una canción podían demorar años antes de ser concluidos”, dijo a Efe Julia Moraes, nieta del compositor y responsable de la iniciativa.

Un ejemplo es la canción “Garota de Ipanema”, que muchos creen que fue compuesta junto a Tom Jobim en una tarde de sol y bebiendo cerveza. “En realidad no fue así. La canción tiene varias versiones en las que es posible ver una búsqueda intensa de palabras y rimas. Él cambia varias palabras, se cuestiona y va perfeccionando su voz lírica mediante un trabajo constante y prolongado”, agregó Moraes.

Se digitalizaron en total cerca de 35.000 páginas, con un sistema de búsqueda para investigadores y público no especializado. “Nuestro objetivo fue preservar el archivo, democratizar el acceso a su obra e incentivar la investigación sobre su obra y su memoria”.

Pero además de poder acceder virtualmente a los procesos creativos, el público podrá ser testigo de los encuentros de Vinícius, en su calidad tanto de artista como de diplomático, con personalidades como Orson Welles, Pablo Neruda y Gabriela Mistral en ciudades como Río de Janeiro, San Pablo, Montevideo, Buenos Aires, París, Oxford y Los Ángeles.

Reparaciones

Vinícius de Moraes también fue noticia en las últimas semanas por un acuerdo entre su familia y el Estado de Brasil, por el que los descendientes del artista serán indemnizados por la persecución sufrida durante la última dictadura militar de ese país.

El documento emitido por un tribunal federal de Río de janeiro decretó la indemnización por los daños morales y materiales causados por las autoridades durante el régimen. La demanda había sido presentada por las hijas del músico en 1994, y su reclamo más fuerte tenía que ver con la destitución como funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores.

Vinícius fue diplomático entre 1943 y 1969, hasta que fue apartado de su cargo por los militares bajo la acusación de “embriaguez” y se le impuso una jubilación obligatoria. Decenas de otros colegas fueron removidos al mismo tiempo, como parte de una “purga de homosexuales y alcohólicos”, según la presentaron las autoridades del momento.

Un informe de la Comisión de la Verdad, creada por el gobierno de Dilma Rousseff, también reveló un sistema de espionaje ilegal ejercido sobre él y otros diplomáticos, y desarchivó un informe que lo describía como “un marginado, que es al mismo tiempo diplomático y sambista”, según cuenta Página 12.

El acuerdo contempla el pago de unos 640.000 dólares, que no se realizará de inmediato sino como una deuda judicial del gobierno, a saldarse el año que viene.

De Moraes murió en 1980 a causa de un edema pulmonar y en 1998 recibió una amnistía post mortem de la Corte Federal, que en 2006 lo reintegró formalmente al cuerpo de diplomáticos brasileños. En 2010 la Cámara de Diputados aprobó su promoción al rango de embajador y Lula da Silva sancionó la ley que efectivizó su promoción a ministro de primera clase de carrera diplomática.