La obligación de mantener sus puertas cerradas durante la pandemia llevó a que la coyuntura para las escuelas de educación artística sea crítica, según indican en un comunicado los miembros de la Cámara de Escuelas de Educación Artística del Uruguay (CEEAU). En este sentido, resaltan la importancia de estas instituciones no sólo por su contribución a la cultura, sino también por su papel como generadoras de empleo.

Desde la llegada de la covid-19 se registró una disminución en las inscripciones a los cursos artísticos, una tendencia a la informalidad y al endeudamiento y un aumento en la cantidad de escuelas que se han visto obligadas a cerrar, ya que no pueden asumir los gastos de alquiler y los salarios de los docentes.

Estas razones y la falta de acciones afirmativas específicas para el sector por parte del Estado llevaron a que 30 instituciones educativas de todo el país se unieran para formar la CEEAU. “El mercado que existía para la educación artística cayó precipitadamente. La gente cortó con cosas relacionadas al bienestar y que podían ser sustituibles. En el imaginario no pasa nada si se deja un curso de danza porque se puede hacer más adelante”, explicó Ignacio Rodríguez, vocero de la cámara.

El análisis económico que hizo en julio el Departamento de Estudios Económicos de la Cámara de Comercio y Servicios del Uruguay (CCSU) arrojó que, entre diciembre de 2019 y mayo de 2021, se dejó de registrar a 31.986 trabajadores vinculados a la enseñanza y a 7.718 vinculados a las artes, al entretenimiento y a la recreación. El informe también reveló que hubo una baja de 294 empresas registradas vinculadas a la actividad artística y que la mayor caída se vio en 2021.

“A todas las disciplinas les afectó en algún sentido porque nadie pudo pasarse 100% al teletrabajo. Es bastante difícil generar metodologías que sustituyan la presencialidad. Algunas instancias son posibles de traducir a lo online y otras no”, expresó Rodríguez.

“Entendemos que no hay una institucionalidad que proteja. En esta emergencia eso quedó a la vista: no hubo acciones políticas que cuidaran a un sector que ya era frágil”, agregó.

Entre las reivindicaciones, la cámara destaca la necesidad de que el Estado brinde un subsidio retroactivo por el período de un año, así como becas estudiantiles y fondos particulares. También requieren que haya una mayor inclusión de las escuelas de educación artística dentro de los programas de cultura a nivel nacional y departamental y una mayor contribución a la articulación público-privada.

Hasta el momento, las escuelas artísticas fueron exoneradas del pago de costos fijos de luz y luego de agua. No obstante, el vocero subrayó la necesidad de contar con un apoyo mayor que permita paliar la situación de endeudamiento que enfrentan las empresas y así evitar la quiebra.

Sobre los fondos estatales señaló que las novedades en estos últimos meses fueron la inclusión de las escuelas artísticas en un inciso del Fondo de Estímulo a la Formación y Creación Artística (Fefca), que les permite presentar proyectos educativos, así como también en el nuevo fondo del Ministerio de Educación y Cultura (MEC), llamado Ventanillas Abiertas. Aunque los cambios introducidos resultan insuficientes, no se han visto recortes en programas anteriores, indicó el vocero.

Los miembros de la CEEAU también resaltan la necesidad de mantener un diálogo fluido con los organismos públicos y privados para fortalecer el desarrollo de políticas que impulsen al sector.

La cámara mantuvo diálogos con la directora nacional de Cultura, Mariana Wainstein, y con autoridades del Ministerio de Economía y Finanzas. Ahora está a la espera de que esos intercambios resulten en acciones afirmativas para el sector, afirmó Rodríguez. “Por ahora no hemos visto respuestas concretas del sector público. Sabemos que se manejan otros tiempos, pero nosotros nos remitimos a la urgencia”, ilustró.

A nivel departamental la cámara busca alcanzar un diálogo con todas las intendencias del interior, informó el vocero, y aclaró que no todas las intendencias cuentan con una dirección general de cultura. A propósito, observó que “la cultura tiene un déficit desde hace muchas décadas en el territorio”.

También reclaman que la educación artística sea reconocida como un derecho, consagrado como tal en la Conferencia Mundial sobre la Educación Artística de 2006 y en la Ley General de Educación (18.437). A pesar de que la legislación nacional menciona la educación artística, Rodríguez expresó que es menester que esta deje de ocupar un lugar marginal en la legislación y, en cambio, se cree una ley particular para producir cambios en el largo plazo.

“El retorno no está siendo para nada como lo esperábamos, porque no está la demanda que existía antes y tampoco hay apoyos”, contó Rodríguez. Según los datos de la CCSU, la previsión de crecimiento es “escueta” para el sector.