A los habitantes de este territorio al oriente del río Uruguay nos regocijan las historias que otorgan al pequeño país suavemente ondulado honores epopéyicos. Somos una pequeña comunidad entre dos gigantes, cualquier cosa que nos haga quedar como David ante Goliat nos eriza. A la larga lista de leyendas y galones podemos agregar que en esta comarca actuó por primera vez el trío formado por la española Silvia Pérez Cruz, la brasileña María Gadú y la argentina Liliana Herrero: tres voces tan originales como destacadas de la canción popular de Iberoamérica.

“Partir de la geografía es necesario porque ella se cobija en la memoria, nos constituye, y al mismo tiempo no podemos ni debemos desprendernos de ella. Las canciones que los países contienen, los ritmos que recogen, las poesías que lo alcanzan son las fuentes de nuestro andar musical”, anuncian desde el texto promocional del concierto que darán el jueves en el teatro Solís y que será el segundo en Uruguay, tras el debut oficial en el festival Medio y Medio el verano pasado. En esta oportunidad, como aquella vez, estarán acompañadas por el guitarrista argentino Pedro Rossi, y el repertorio promete fondear en los puertos de Milton Nascimento, Atahualpa Yupanqui, Federico García Lorca, Leonard Cohen, Fito Páez y Fernando Cabrera, entre otros amarres.

“Cuando grabé ‘El tiempo está después’, que está en mi último disco, fue por Liliana. Cuando quise mejorar mi canto, mi dulzura, fue por Silvia. ¡Voy a aprender en vivo!”, auguraba María Gadú en su cuenta de Instagram antes de aquella primera presentación. La paulista de 35 años ya es una referencia de la música popular brasileña. Sus canciones promedian millones de reproducciones en Spotify, entre ellas, “Shimbalaiê”, el hit que compuso a los doce años inspirado en la Isla Grande de Río de Janeiro, una de las moradas en una vida de constante cabotaje. Con siete discos editados, comparte giras y escenarios con transatlánticos de la canción como Caetano Veloso y Lenine, y al igual que sus compañeras ya es una presencia habitual en Uruguay. Ahora llega en medio del alboroto electoral de su país, en donde, como gran parte de la comunidad artística del coloso norteño, apoya a Lula. Además de lo político electoral, Gadú participa de manera activa en otras causas ambientales y sociales. “Soy una mujer homosexual hija de negros e indígenas. Desde ese lugar pienso y actúo”, le decía al diario argentino Página 12 en 2019.

Otra habitué de nuestros escenarios es Liliana Herrero, quien además tiene un largo prontuario de interpretaciones uruguayas y esta será la tercera vez en el año que actúe por estos lares. La entrerriana ha sabido cantar a Aníbal Sampayo, Eduardo Mateo, Daniel Viglietti, Osiris Rodríguez Castillo, Ana Prada, Pablo Pinocho Routin y, ta’ claro, Fernando Cabrera, entre otros. Asegura que en estos tiempos confusos, en los que la intolerancia parece imponerse, lo mejor que les pasó fue encontrarse y ampararse en la amistad y el arte, dos palabras clave en su cosmovisión. A pesar de las distancias geográficas, de estilos y generacionales, no cree que el espectáculo trate de romper barreras, todo lo contrario. “Yo definiría este encuentro como un diálogo magnífico entre territorios absolutamente diversos. Con historias diversas, con músicas infinitas que se encuentran y se desencuentran entre sí. Por eso para mí hace fotografías de distintos lugares. Esos lugares dialogan de una manera maravillosa”.

Es normal que las vecinas recalen en este puerto, pero ¿cómo llega una cantaora catalana del pequeño pueblo mediterráneo de Palafrugell, Girona, a convertirse en una visita periódica del país más al sur de América del Sur? En este derrotero, además del vínculo con Jorge Drexler, fue fundamental su participación en la película La noche de los 12 años, de Álvaro Brechner, donde participó en la banda sonora y también como actriz. “Me encanta Uruguay, le tengo mucho cariño, siempre me gusta volver y sentir cómo va formando parte de mi mapa emocional”. Con bases en el jazz, la música clásica y las canciones populares de la península Ibérica, siempre está dispuesta a poner su voz aflamencada al servicio de la canción, más allá de las distancias, desde David Bowie a Simón Díaz, por eso no le es extraño acercarse al folclore argentino o al samba brasileño. “Es como si los repertorios se armaran solos a veces, ahora lo miro y lo veo muy equilibrado y natural. Buscamos repertorio en común, canciones del repertorio de cada una y también propuestas de Leandro [Quiroga Ferreres, director artístico del festival Medio y Medio], que es quien nos juntó y conocía la carrera de las tres por separado. Por ejemplo, cantamos ‘El tiempo está después’, de Cabrera, que siguió resonando en mi cuerpo después del encuentro en Punta Ballena, donde nació y se ordenó todo”, aseguraba la española antes de partir hacia América. “Este encuentro es un regalo. Personas que se admiran y escuchan con mucho amor y le cantan a la vida y a la muerte con una entrega absoluta”.

La velada es una gran oportunidad de disfrutar de tres voces poderosas, cada una con su impronta y bagaje, pero que tienen en común un canto que les nace desde las entrañas, un canto que se ve en sus cuerpos en el momento de cantar y que siempre significa una toma de partido y una celebración. “Puede ser que hubiera sido impensado que nos encontráramos, pero a mí me gustó mucho que nos encontráramos. Me parece que además vivimos las mismas vicisitudes”, reflexiona Herrero. En ese sentido, la cantante argentina sentencia: “Es un tiempo extraño con un avance de la derecha en todo el mundo y por supuesto en Latinoamérica. Pienso que es un mundo complejo, peligroso y debemos estar alerta. Y poner el acento en lo que sabemos hacer y defender las causas justas que el mundo necesita”.

Territorios. Liliana Herrero, María Gadú y Silvia Pérez Cruz. Teatro Solís. Jueves 27 de octubre a las 21.00. Entradas por Tickantel y en boletería del teatro.