El Festival de la Canción de Eurovisión (conocido simplemente como “el concurso de Eurovisión) lleva más de seis décadas realizándose anualmente y su audiencia ha llegado a superar los 1.000 millones de espectadores. Se trata de un certamen organizado por la Unión Europea de Radiodifusión en el que distintos países (no sólo europeos) eligen un artista que los representa en un largo camino de votaciones y eliminaciones.
Tras la invasión iniciada en la madrugada del jueves, autoridades de la televisión pública de Ucrania pidieron que se expulsara a los medios rusos de la Unión Europea de Radiodifusión, y que, por lo tanto, se descalificara a los representantes de ese país en el certamen, que se realizará en mayo en la ciudad italiana de Turín.
Los ucranianos fundamentan su petición argumentando que las emisoras rusas (Channel One y VDTRK) son portavoces de la propaganda del gobierno ruso desde la invasión a Crimea en 2014, y que continúan siéndolo tras la agresión iniciada en las últimas horas. Los medios rusos llevan a cabo “una sistemática diseminación de desinformación contra Ucrania”, dicen los denunciantes según BBC.
La respuesta de los organizadores del concurso no fue favorable a los ucranianos. En un comunicado enfatizaron el carácter “no político” del “evento cultural”, por lo que Rusia podrá competir. “Por supuesto, seguiremos de cerca la situación”, agregan desde Eurovisión.
Cabe recordar que la representante de Ucrania, elegida el 12 de este mes tras concursar localmente, Alina Pash, debió renunciar a participar en el concurso tras ser acusada de simpatizar con el gobierno ruso.