“Yo no canto por ti / te canta la zamba”. ¿Qué diría Alfredo Zitarrosa de esta versión de la letra de una de sus canciones más escuchadas? ¿De qué se trata este tipo de cambio lingüístico? ¿Quizás una traducción para una radio española? Tal vez, pero no: se trata de una versión escuchada este enero en nuestro propio país, y aún más, cantada por dos jóvenes en Santa Teresa con su guitarra mientras caminaban yendo para la playa. Bueno, podríamos responder que podría ser, sí, una especie de traducción desde donde nace “el tuteo de la patria”, expresado en palabras de Rafael Albertoni en su estudio sobre las formas de tratamiento en Rocha, departamento en el que las emisoras locales trasmiten en versión tuteante todas las noticias.
Prima facie podemos ver que las actitudes lingüísticas de estos cantores están puestas a flor de piel. Se trata de una canción dedicada a alguien querido, y teniendo en cuenta las valoraciones rochenses, no podría finalizar con el pronombre vos. Indudablemente es un ejemplo exquisito de expresión de la valoración de un uso gramatical (y ya entraríamos en el área de la sociolingüística) de corte bastante implícito (algo que no es medido de manera consciente por el hablante) pero quizás no tan práctico para el analista, ya que este tendría que ir andando por ahí escuchando canciones cantadas en fogones en diversos puntos del país.
Particularmente en la canción “Zamba por vos”, en donde comenzó nuestro recorrido, podemos encontrar con la lupa del análisis gramatical el voseo en los usos verbales del imperativo y luego en el pronombre. Subrayemos como en los cuadernos escolares: cantá, perfumá, tenés, no canto por vos. Pero la canción no recurre, más adelante, al voseo en el tiempo del imperativo negativo: dice no la esperes, en vez de decir no la esperés, que quedaría, de alguna manera, un poco grosero para nuestra consideración de cómo debemos dirigirnos al oyente y está asociado a los usos bonaerenses, no tan valorados por los habitantes de esta orilla del Río de la Plata. La canción refleja, en general, la tendencia al uso de la mayoría de los hablantes uruguayos. “Yo no canto por vos / te canta la zamba / Y dice al cantar / no te puedo olvidar / no te puedo olvidar Zambita cantá / no la esperes más / Tenés que pensar que si no volvió / es porque ya te olvidó / Perfumá esa flor / que se marchitó, que se marchitó”.
Si vamos más allá y hacemos un paneo del cancionero de Zitarrosa, cantor popular por excelencia, podemos encontrar la utilización de mucho voseo, incluso para dirigirse a “la patria” (algo muy valorado y querido, si vamos al caso), por ejemplo la canción “A vos, Patria”: “Vení, Patria, y mirá / tus hijos machos cómo se van / Vos preguntales adónde irán / que alguien les diga que valen más / algún día volverán / Vení, Patria, y mirá / cómo los muerde la soledad / –diente de pobre mastica más– / los que se aguantan por vos están / amasando su pan”.
Sin embargo, el tú también formó parte de su repertorio a menudo, así como la forma usted. Algunos ejemplos pueden encontrarse en “Qué debo hacer” con “amor, para que tú comprendas / que mi amor ama tu juventud”, o en “Mire, amigo”: “Mire, amigo / no venga / con esas cosas / de las custiones / Yo no le entiendo mucho / discúlpeme, / soy medio bagual”
Volviendo a la versión santateresiana, debo admitir que el tema de las formas de tratamiento y su relación con la música y la composición era algo que me inquietaba desde hacía un tiempo. Entonces me puse a ver que podrían existir varias variables en las elecciones de uso: origen del compositor, edad, el género de la música o el hecho de que haya emigrado a países tuteantes, entre otras.
Decidí, para ahondar en el tema, armar un breve corpus con algunos músicos uruguayos, atendiendo a razones distintas. Elegí el cancionero de Jorge Drexler por el hecho de haberse radicado en España en los 90, y luego a Florencia Núñez, que si bien es de origen rochense, hace más de diez años que vive en Montevideo y desarrolló su actividad artística en pleno en la capital. También se me ocurrió interpelar la producción de No Te Va Gustar, con más de 20 años en el mercado y que atraviesa un par de generaciones.
Veamos que sucedió: en la producción de Drexler encontré un poco de todo. Aunque me arriesgaría a decir que ha perdido lentamente el voseo de “Linda, / cuando vos quieras / dejo este amor donde lo encontré”, de “Alto el fuego” (1999), o de “Mi guitarra y vos” (2004), para pasar a “Me guías tú / o yo te guío / será que me guías tú / o que yo te guío / Mi cuerpo al tuyo / y el tuyo al mío” de “Bailar en la cueva” (2014) o “Mira a la gente a los ojos / demuéstrale que te importa / mantén, a distancias largas / tu amor de distancias cortas” en la canción “Codo a codo” (2021), debido, probablemente, a su migración a España y su éxito como cantautor de alcance internacional.
Bien es sabido que en el último disco de Florencia Nuñez, Porque todas las quiero cantar (2020), el tuteo es de rigor, como se puede ver en “Canción del camaronero”: “Y en tu instinto peregrino / camarón / tú ya no puedes escapar a tu destino / buscas algo de calor guardado en una botella”, o en “Contigo y en el palmar”: “Pegajosa de salitre / me gustas más / y entre la arena mojada / te quiero hallar / esperando en tu regazo como la luna / redonda como el abrazo en que me atrapas”, ya que los compositores que interpreta la artista son todos de origen rochense. De todas maneras, el tuteo se puede encontrar también en sus composiciones propias: “Yo me sonrojo porque veo / que en un asiento / a mi costado tú estás / no hace falta decir nada / yo te entiendo igual / tú sólo dame una mirada”, de “Qué planes tienes para el sábado” (2014), o en “Tengo un imán contigo” (2017): “Ni pasaremos / ni pasearemos por calle alguna / tú tienes todo y desde mis cristales / se ve tan claro”, en las que el voseo capitalino no permeó.
En el caso de No Te Va Gustar prevalece el voseo, aunque me sorprendió el hecho de encontrar también estos títulos de canciones no tan conocidas: “Te quiero porque eres tú”, “Tú convéncelo” o “Atrévete a mirarme de frente”. Incluso en “Venganza” interpretada junto con Nicki Nicole (cantante argentina), podemos escuchar: “Ahora estamos acá / vamo’ a ver qué decís” y luego sigue: “sé que tú sabes bien / que esto no es lo que pasó”.
Entonces, otra de las variables que comienzo a sopesar es la de la rima en la composición musical. Más allá de la valoración de los usos y el género discursivo, que en la poesía parece tener al tuteo como forma dominante, el hecho de que las palabras coincidan en su sonido para crear la letra juega un papel importante. Si no, no se explicaría esto de Eduardo Mateo: “Sabes bien que después que tú / siempre te apoyas y me miras / que me inspira / sé que tú lo sabes bien / si me miras / […] y siempre son dos / que dicen estoy solo / siempre por vos”. Los dejo escuchando.