A los 81 años falleció en Francia el músico argentino Miguel Ángel Chango Estrella, quien además de un destacado pianista fue un militante por la paz y los derechos humanos, lo que le valió el puesto de embajador de Argentina ante la Unesco.

La noticia de su deceso, ocurrido el día de ayer, fue dada por la Asociación de Expresos Políticos de Uruguay (Crysol), que lo despidió con un “sincero homenaje y reconocimiento”. Exiliado político de la dictadura argentina, Estrella estuvo preso en el Penal de Libertad durante 27 meses, entre 1978 y 1980.

Numerosos políticos de la vecina orilla lo despidieron en las redes sociales. La vicepresidenta Cristina Fernández escribió en su cuenta de Twitter: “Despedimos con inmenso dolor al gran músico argentino Miguel Ángel Estrella, exembajador ante la Unesco y luchador por los derechos humanos. Hasta siempre. querido Miguel. Mis condolencias a familiares y amigos”.

Despedimos con inmenso dolor al gran músico argentino Miguel Ángel Estrella, ex embajador ante la UNESCO y luchador por los derechos humanos. Hasta siempre querido Miguel. Mis condolencias a familiares y amigos.— Cristina Kirchner (@CFKArgentina) April 7, 2022

Estrella nació en 1940 en San Miguel de Tucumán, y descubrió al piano y a Chopin cuando su padre lo llevó a un concierto de la orquesta sinfónica de esa ciudad a los 12 años. Desde la mayoría de edad estudió en el Conservatorio Nacional de la Ciudad de Buenos Aires y luego siguió sus estudios en París.

Con el proyecto “Música esperanza”, que fundó en 1982, el pianista buscó llevar los autores clásicos a todos los sectores de la sociedad argentina. Según cuenta Télam, esa idea surgió mientras estaba prisionero de la dictadura y era torturado. “Me propuse hacer música contra la locura y la tortura del poder. Quiero pelear con la música contra quienes quieren sojuzgarnos”, dijo en una de sus charlas.

En 2012 Estrella tuvo la oportunidad de regresar a nuestro país y presentarse en el renombrado Centro de Rehabilitación Libertad, contradiciendo las palabras de José Nino Gavazzo, quien luego de un simulacro de amputación le había dicho: “No te podemos matar, pero te vamos a destruir totalmente. Vos nunca más vas a tocar el piano, nunca más serás el padre de tus hijos, nunca más serás el amante de una mujer, y te vamos a borrar esa sonrisa, porque nosotros tenemos métodos muy sofisticados para destruir. A vos te vamos a guardar 18 años”. Estrella agregó: “Cómo se equivocó”.

Acompañado por su hijo, Javier Estrella, aprovechó para visitar la celda en la que estuvo detenido (“siempre encapuchado y atado”) e intercambió palabras con quienes la ocupaban en ese momento. “No guardo odios para con nadie... El odio es el herrumbre del alma, solía decir mi madre”, declaró en ese momento, según el archivo del Ministerio del Interior. Y al dirigirse a los cerca de 70 privados de libertad que asistieron a su concierto, expresó: “Nada es eterno”.

En los últimos años, el músico dirigía la Casa Argentina en París, residencia que recibe y brinda alojamiento a estudiantes argentinos que continúan sus estudios en la capital francesa.