La Banda Sinfónica de Montevideo tiene muy presente su costado pop, y vayan como evidencia sus conciertos con música de películas, la reciente gira barrial de El señor de los anillos o el homenaje a Queen que llegará en octubre. Mientras tanto, este martes, en el teatro Solís, invita a repasar (un poquito) la historia de la música de los videojuegos.
Gamer sinfónico es el nombre de este concierto que ofrecerá un recorrido por las bandas sonoras de videojuegos que hicieron historia, desde sus comienzos en las maquinitas hasta el presente en computadoras y celulares. La dirección musical está a cargo de Franco Polimeni, quien conversó con la diaria sobre sus diversos roles, incluyendo el de arreglista, función que desde 2016 cumple para la Banda Sinfónica.
“La gente piensa que un arreglista está arreglando o reparando algo, pero no. Simplemente está recreando una obra musical para una determinada formación instrumental”, explicó. “Un orquestador traduce un poco más literalmente la música y la adapta a una formación, mientras que un arreglista hace esa orquestación, pero a su vez le da su propio proceso creativo. A grandes rasgos, le da una impronta propia, como si fuera un compositor del compositor”.
Este trabajo toma formas muy diferentes según sea para las primeras composiciones o para las últimas. “A partir del siglo XXI es una música hecha como si fuera para cine, en su mayoría con una impronta de orquesta. Hay cosas que ya vienen muy orquestadas y ahí yo hago una adaptación al formato de banda sinfónica”. ¿Y las antiguas? “En la música de 8 bits no se escucha claramente un acompañamiento que uno traduzca en acordes. Uno tiene que imaginárselo. Pensar cómo sería si yo agarro esa melodía tan sencillita, simple, y la transformo en una obra sinfónica. Siempre digo que cuando uno hace un arreglo sinfónico, ya sea de la canción de un cantautor o la música de videojuegos, tiene que intentar que la banda que está tocando no pierda lo que podemos llamar el swing de esa música popular, pero que a su vez la canción gane un sonido sinfónico”.
“Acá el compositor quería una música sencillita. Bueno, dentro de lo sencillito, ¿cómo hago esta orquestación? ¿Qué utilizo para generar la misma sensación pero desde un sonido sinfónico? Obviamente hay una evolución, porque por el poco espacio que había en las consolas, no se le daba mucha importancia al sonido. Por eso tenían que recurrir a esas músicas tan sencillas, que eran simplemente para darle un color a lo que se estaba mirando y jugando, a la experiencia del juego”, agregó Polimeni.
Casi tan difícil como arreglar los temas fue seleccionar cuáles formarían parte del repertorio. “Hay muchos juegos muy famosos que no podían quedar afuera. Entonces decidí hacer un recorrido cronológico, que empieza con el Pong, de 1972. Era una especie de tenis con dos palitos y tenía dos sonidos: uno cuando le pegaban a la pelota y otro cuando se iba afuera. Pasamos por el Pac-Man, después por el Tetris, que fue desarrollado en plena Unión Soviética en 1984 y se usaron tres canciones populares que cantaba el Ejército soviético, que son muy divertidas y muy reconocibles. Vamos a pasar por el Mario Bros., que es la música que más reconocen todos. Los juegos desarrollados al comienzo tenían poca música, y con todos esos hicimos una obra musical”.
Para los fanáticos de Sega no faltará el Sonic, y luego otros animales muy populares: Pokémon. “Vamos a agarrar la música de los primeros juegos, de la generación 1 y 2, y después pasamos por el videojuego uruguayo Fight ’n Rage. Hacemos una selección de los juegos para celulares más famosos, como Angry Birds y Candy Crush. Por último, llegamos a los juegos de rol y misiones en línea, donde elegí Genshin Impact. Hay algo muy importante para aclarar, y es que desde la Banda Sinfónica no queremos promover los juegos extremadamente violentos, por eso dejamos afuera clásicos como Mortal Kombat”.
Con respecto al Fight ’n Rage, es el único cuyos arreglos no son de Polimeni. “El compositor de la música se llama Gonzalo Varela, uruguayo, y se ofreció a hacer su propia adaptación, porque estaba para el formato orquesta, que es diferente al formato banda. La banda se basa básicamente en los instrumentos de viento. En la orquesta tenemos las cuerdas, y en el caso de la banda no: solamente chelos y contrabajos. Entonces Gonzalo hizo la adaptación de su propia música”.
El espectáculo incluirá la posibilidad de que pasen niños del público y jueguen en vivo mientras la banda musicaliza lo que están jugando. Y no faltará el toque didáctico. “Voy a intentar suplir al gran Martín Jorge en ese rol, hablando con la gente y explicando un poco qué es lo que vamos escuchando y cómo fue la evolución de la música de videojuegos, para tratar de llegar al recuerdo desde la charla, la música y también desde las imágenes, porque vamos a tener un lindo despliegue visual de la mano de Miguel Grompone y con las luces de Leticia Martínez, que también son buena parte de este espectáculo”.
Gamer sinfónico. Martes 20 de setiembre a las 20.00. Teatro Solís. Entradas en Tickantel, locales de cobranza y boletería del Solís.