“Nunca, ni en mis sueños más locos, imaginé tocar para una audiencia como esta”: con esa expresión de incredulidad la estadounidense Taylor Swift agradeció a la audiencia presente en su segunda fecha en Buenos Aires, el sábado. Luego de meses de expectativa, la cantante llegó a Argentina por primera vez en su extensa carrera, para presentar The Eras Tour, en la que hace un recorrido por sus 17 años de trayectoria.

El escenario elegido fue el estadio Monumental, el recinto con mayor capacidad de toda la gira. Los tres recitales, inicialmente pautados para el 9, 10 y 11 de noviembre, se encontraban agotados hace meses. Sin embargo, la llegada de Swift a Argentina no estuvo exenta de complicaciones: fuertes temporales obligaron a posponer el segundo recital hasta el domingo, en lo que representa la primera cancelación de la gira.

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Foto: Emiliano Lasalvia, AFP

La tarde del sábado, ya en la calma después de la tormenta, en las inmediaciones del estadio se vivía un clima festivo. Una multitud, vestida con atuendos alusivos a los distintos discos de Swif, amenizaba la espera intercambiando pulseras; una consigna que tomó fuerza en las fechas de Estados Unidos y debe su origen a una frase de la canción “You're on your own kid”, que invita a hacer pulseras de la amistad.

A dos semanas del balotaje en Argentina, el espíritu electoral también se integró a la fiebre musical en afiches con consignas como “Swifties contra Milei” y “Milei es Trump”, aludiendo a la postura pública que Taylor Swift asumió en los comicios norteamericanos. Si algunos fanáticos diferían, poco se dijo; la protagonista de la noche era Swift y nada atentaría contra la expectativa de verla en vivo.

Fan de Taylor Swift, el 9 de noviembre, mientras hace cola frente al estadio Monumental previo al concierto, en Buenos Aires.

Fan de Taylor Swift, el 9 de noviembre, mientras hace cola frente al estadio Monumental previo al concierto, en Buenos Aires.

Foto: Emiliano Lasalvia, AFP

Superpoderes

Con extrema puntualidad, tras las presentaciones del argentino Louta y la estadounidense Sabrina Carpenter; Taylor Swift tomó el escenario para invitar al público a repasar sus diez álbumes. La acompañaba un numeroso equipo de bailarines, músicos y coristas que interpretó cada canción con una puesta en escena al estilo Broadway.

A la vez, la escenografía y ambientación transformaban al The Eras Tour en una experiencia inmersiva: la gira está pensada para grandes estadios, con efectos de pirotecnia, pantallas que permiten disfrutar del espectáculo aún en el sector de visión restringida y visuales proyectadas en la pasarela que hacen de las tribunas uno de los mejores lugares para atestiguar las más de tres horas y media de música.

Pero más allá de lo visual, el común denominador fue, sin lugar a objeciones, la fascinación de Taylor Swift frente al rugido ensordecedor de la audiencia, que por momentos sonó más fuerte que la música. “Esto se me va a ir a la cabeza muy rápido. Me hacen sentir muy poderosa”, agradeció la cantante. Demagogia aparte, su genuino disfrute se evidenció en cada sonrisa tímida, como si aun siendo la cantante pop más exitosa del momento nada la hubiera preparado para el público argentino. “Adoro cuando hacen olé, olé”, confesó.

A lo largo de 44 canciones, divididas en diez bloques, la artista repasó sus principales éxitos en un espectáculo sin pausa. Durante esta gira, Swift propuso innovar el repertorio con dos canciones sorpresa en formato acústico, únicas para cada presentación. El sábado, aun cosechando las mieles de su más reciente regrabación, 1989 (Taylor’s Version), la cantante sorprendió con un mashup de “Is it over now?” y “Out of the woods”, del mismo disco, cerrando el bloque sorpresa con “End game”, de la era Reputation. Así, el privilegiado público del sábado se despidió del Monumental con una canción de yapa, premio por gritar más fuerte.

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Foto: Emiliano Lasalvia, AFP

Amor porteño

El recital del sábado 11 tuvo un invitado especial: Travis Kelce, jugador de los Kansas City Chiefs y pareja de la cantante, que llegó al país el viernes 10 y aprovechó la suspensión del recital de ese día para cenar junto a Swift en un restaurante del hotel Four Seasons, donde se alojaban.

La pareja se hizo pública hace pocas semanas y tuvo su oficialización sobre el escenario el sábado, cuando la artista cambió la letra de “Karma”, última canción del espectáculo, cantando: “Karma es el chico de los Chiefs volviendo a casa conmigo”, como un guiño a su novio. Al término del recital, la pareja fue captada por los fanáticos en un primer beso público, sellando una relación de la que seguramente escucharemos en nuevas canciones.

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Foto: Emiliano Lasalvia, AFP

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