La temporada 2023 del Centro Cultural de Música (CCM) ofrece un concierto de la Orquesta de Cámara de Múnich con dos figuras destacadas de la música académica internacional: el director venezolano Rodolfo Barráez, de 30 años, y la pianista francesa Lise de la Salle, de 35.
Barráez se formó en el Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela, tras lo que ha mostrado un fuerte compromiso en contribuir a la educación musical. Reside en Berlín desde 2020, es director asociado de la Orquesta Sinfónica de Singapur y será director en residencia de la Ópera de París las próximas dos temporadas. También es director asociado del aclamado director venezolano Gustavo Dudamel en la Filarmónica de Los Ángeles, donde colabora en un programa de becas para jóvenes directores de todo el mundo.
En 2018 ganó el primer premio en el Concurso Internacional de Dirección de la Orquesta Filarmónica de la Universidad Nacional Autónoma de México y en 2020 el segundo premio en el Concurso Internacional de Directores Siemens Hallé en Manchester.
En 2022 fue seleccionado para pasantía de dirección en el Festival de Verbier, asistiendo a los prestigiosos Charles Dutoit (director de la Royal Philharmonic Orchestra de Londres) y Gianandrea Noseda (director general de música de la Ópera de Zúrich y de la Orquesta Sinfónica Nacional del Kennedy Center para las Artes Escénicas). Fue director invitado de la Orquesta Hallé, la Konzerthausorchester Berlin, la Orquesta Sinfónica de RTVE, la Sinfónica Simón Bolívar y la Filarmónica de Bogotá.
En abril de este año ganó el primer lugar en el segundo Concurso Internacional de Dirección de Hong Kong, entre 16 concursantes seleccionados de un total de 194 candidatos.
En 2019 Barráez fundó el Taller de Dirección Orquestal Falcón (por el estado en que nació), al que define como un taller que nutre y apoya el desarrollo de directores de orquesta emergentes mediante clases magistrales y prácticas orquestales. En 2022 fue condecorado por la alcaldía de su ciudad natal: “Yo siempre voy a Coro”, la capital del estado de Falcón, “a dirigir, a hacer música, a compartir, a enseñar y a hacer conciertos para compartir no sólo con los músicos, sino también con la audiencia”. “Haber sido invitado para recibir esta condecoración me llenó de mucho orgullo porque no es una condecoración para Rodolfo Barráez solamente, que fue formado en el Sistema de Orquesta en Falcón”, dijo al medio local Cactus 24.
De la Salle comenzó a estudiar piano a los cuatro años, su primera actuación fue a los nueve en Radio Francia y a los 12 ganó el primer premio del Concurso Internacional de Ettlingen, en Alemania, para jóvenes pianistas. También ganó el primer premio en varios concursos franceses.
Tocó con muchas de las principales orquestas sinfónicas y filarmónicas del mundo, entre ellas con la de Londres, la nacional de Francia, la de San Petersburgo, la de Singapur y la metropolitana de Tokio, también con las de Chicago, Boston y Los Ángeles. Sobre su sensibilidad al tocar el piano, el CCM recuerda el comentario de un crítico de The Washington Post: “Durante gran parte del concierto, el público tuvo que acordarse de respirar... la euforia no cesó ni un segundo hasta que sus manos se soltaron del teclado”.
En octubre de 2021 escribió en su blog sobre lo que significó para ella volver a tocar con público tras meses sin hacerlo debido a la pandemia por covid-19. “La música en vivo es lo que representamos, por lo que vivimos y por lo que hemos estado luchando. Poner palabras a este fervor es casi imposible, pero cuando estás en una sala de conciertos, sin importar el lado (desde el escenario o desde el público), es simplemente imposible pasarlo por alto”. Recordó que por meses las transmisiones en vivo fueron la forma de llevar la música al público y en ellas “se tocó una música hermosa y, con suerte, las emociones pudieron llegar a quienes estaban sentados al otro lado de la pantalla”. “Pero ser músico, un intérprete no se trata de eso. La música es sonido, el sonido son vibraciones; y experimentar a través del cuerpo el poder de estas vibraciones es insustituible. Estar en un escenario para interpretar música es compartir, sentir, vibrar, estar en comunión con el público. Se trata de dar y recibir emociones, energía, amor... estando en el mismo lugar, ¡reunidos! Se trata de sentirse tocado y con suerte tocar al público sentado a un par de metros de distancia”.
La Orquesta de Cámara de Múnich fue fundada en 1950 y está integrada por 28 instrumentistas de cuerda procedentes de 14 países. Además de compositores clásicos, el grupo da gran importancia al desarrollo de repertorio de la orquesta de cámara y por esto encargó y estrenó un gran número de obras a compositores contemporáneos. “Es una orquesta fina, con una precisión y un sonido extraordinarios, con una capacidad de abarcar estilos muy diferentes”, decía la presidenta del CCM, María Julia Caamaño, al presentar la temporada de conciertos 2023. Su concierto en el teatro Solís incluirá obras de Webern, Chopin y Dvórak.
Orquesta de Cámara de Múnich. Miércoles 28 a las 19.30. Teatro Solís. Entradas desde $ 1.000 a $ 4.500 en Tickantel.