El 15 de enero de 1944, con la presentación del Original Ballet Russe, quedaba inaugurado el Teatro de Verano Ramón Collazo, el centro de espectáculos a cielo abierto más grande de Montevideo. El próximo lunes 15 de enero celebrará sus primeros 80 años con un espectáculo de entrada gratuita que comenzará a las 20.00 con la participación de Alejandro Luzardo y la Candombera, Tinta Brava y el Bandón Murguero, y Kumbiaracha. Las entradas podrán canjearse a través de Tickantel a partir de este jueves 11 de enero a las 15.00.

No será la única celebración, ya que el martes 16 a las 18.00 se inaugurará una muestra fotográfica en la Fotogalería del Parque Rodó, a pocos metros del teatro, con fotografías y documentos recabados en el proyecto de investigación institucional que posteriormente se plasmarán en un libro. Esto incluye material inédito sobre las diferentes remodelaciones del recinto, además de imágenes de shows y artistas históricos. Todo esto se produce, además, en medio de las remodelaciones que comenzaron en 2023 y que este año continuarán una vez que finalice la temporada.

Vínculo con el Carnaval

El director del Teatro de Verano, Cristian Calace, conversó con la diaria sobre su gestión al frente del teatro, cómo se posiciona en el circuito de espectáculos y cómo quedará después de una nueva tanda de obras. “El teatro tiene una impronta instalada, primero, por el vínculo con el Carnaval. Al año de inaugurado ya se hacían algunas entregas de premios, rondas de ganadores o parte del concurso”, recordó.

“Y después, es un anfiteatro al aire libre en un lugar divino de Montevideo, que hasta hace unos años fue el centro de espectáculos más grande que tenía la ciudad, hasta que hicieron el [Antel] Arena. La plaza de Montevideo queda con un ecosistema bastante interesante, con algunas salas cerradas de 1.000 o 2.000 localidades como el [teatro] Solís o el Auditorio [Nacional Adela Reta del Sodre]. Tenés un Arena que admite hasta 9.000, 10.000 espectadores, y un Teatro de Verano que admite 4.000. El año que viene va a admitir 5.000 porque está la segunda etapa de la reforma. Entonces queda una plaza chiquitita, pero con una variedad de posibilidades bien interesante para quienes se dedican a hacer espectáculos”, agregó Calace.

También habló acerca del tipo de agenda que tiene el teatro. “Antes era el lugar donde paraban las giras de los artistas internacionales que tocaban en el país, y muchos no podían venir porque no era rentable. Tener un venue más grande como el Arena da la posibilidad de que se presenten artistas que antes no venían. Nosotros estamos en un rango de artistas regionales para trabajar en temporada, desde octubre hasta abril o mayo. Tenemos ese foco y el del Carnaval; es el lugar donde se realiza el concurso oficial y todos los encuentros de carnaval, los vinculados a las infancias y también Murga Joven”.

Sobre las reformas, dijo que cambian y cambiarán “sustancialmente” las condiciones. “Hacen que el público esté más confortable, que el lujar sea más práctico para los productores que instalan sus shows. Nos hemos encargado de dotarlos de servicios para que sea más fácil y placentero trabajar en el teatro, para cualquier productor y también para cualquier artista”.

“En el teatro ya había una intención de hacer una reforma en toda la parte de las plateas, basado en un proyecto maestro arquitectónico, y lo que hicimos junto a la Dirección del Departamento de Cultura fue valorar algunos cambios y adaptarlo a las condiciones actuales para que sea posible. Planteamos hacer las reformas de platea en etapas, porque no podíamos darnos el lujo de cerrar el teatro durante un año y poco después de haberlo tenido casi dos años cerrado por pandemia”, explicó el director. “La intención es aprovechar las temporadas bajas, períodos de cinco meses, y programar allí la reforma de la platea, que es una etapa importantísima que tiene incidencia directa en el público. Creo que la propuesta fue bien vista y lo que hicimos fue ponernos a trabajar rápidamente en eso junto a la incorporación de un modelo de gestión profesional adaptado a los desafíos actuales, con la idea de posicionarlo a nivel regional”.

Doble celebración

La segunda etapa, anunciada por la intendenta de Montevideo, Carolina Cosse, hace algunos meses, incluirá los cambios en la platea alta. “Ya estamos trabajando con arquitectos, con ingenieros, afectaría todo el teatro y permitiría que crezca en unas 1.000 localidades, más o menos”, adelantó Carace. “Este año, por ejemplo, abrimos las puertas en octubre y tenemos espectáculos hasta abril. Entre mayo y setiembre se tiene que realizar la obra. No es compleja, pero implica desmonte y alguna estructura importante. En cinco meses se puede hacer tranquilamente”.

Sobre la celebración de este año, dijo que los números redondos “son la excusa ideal para festejar, para hacer un parate y preguntarnos dónde estamos”. De eso se trata la investigación histórica que están desarrollando. “Empezamos a recuperar archivos, desde el primer programa de mano que encontramos, que no lo encontramos en el teatro sino en remates. Pusimos a un equipo de historiadoras a trabajar y el resultado va a ser un libro-objeto bien importante. Y habrá un montón de actividades como para abrir el teatro y dejarlo al servicio de la ciudadanía. Que se conozca la historia de este lugar”.

Otro número redondo es el de los 300 años de la ciudad, por lo que para el director del Teatro de Verano es “una doble celebración. Montevideo va a estar todo el año con un montón de propuestas, y el teatro va a ser como un pequeño faro allí, con sus jóvenes 80 años”.