Desde que Elon Musk adquirió la red social todavía conocida comúnmente como Twitter e implementó una serie de medidas cuestionables (entre ellas, renombrarla X, pero también terminar con las ventajas que tenía la herramienta de bloqueo), una gran cantidad de usuarios notables optaron por abandonar la plataforma y quedarse con Instagram y Facebook, o sumarse a servicios similares, aunque mucho menos populares, como BlueSky.
Todo comenzó con la eliminación del “tic azul” como herramienta de verificación de identidad de personas e instituciones para convertirlo en un premio a quienes pagan una suscripción mensual. Eso les permite, además, colarse entre las respuestas más interesantes a un mensaje o monetizar las interacciones, lo que multiplicó la cantidad de mensajes negativos que solamente buscan llamar la atención con la esperanza de cobrar unos dólares a fin de mes.
Algunos de estos usuarios notables dejaron sus cuentas de X en manos de publicistas, o tan sólo publican links a sus trabajos recientes, pero quien realmente llamó la atención con su decisión fue el periódico británico The Guardian, que este miércoles anunció que dejará de publicar mensajes en sus cuentas oficiales de la red social de Musk.
En su anuncio, el medio dijo que los perjuicios por estar en la plataforma superan a los beneficios, y mencionaron “el contenido frecuentemente perturbador” que se encuentra en ella. Agregó que este contenido, que lleva tiempo observando con preocupación, incluye racismo y teorías conspirativas de extrema derecha. La decisión se concretó después de la cobertura que el sitio hizo de la contienda electoral estadounidense.
“La campaña de las elecciones presidenciales de Estados Unidos sirvió para subrayar lo que veníamos considerando desde hace tiempo: que X es una plataforma tóxica y que su dueño, Elon Musk, ha sido capaz de utilizar su influencia para moldear el discurso político”, escribieron desde The Guardian.
En más de una oportunidad, Musk se declaró “absolutista de la libertad de expresión”, pero solamente aplicó a rajatabla este principio para devolver las cuentas bloqueadas a usuarios que promueven discursos de odio, como Alex Jones o Andrew Tate, mientras que otras expresiones, incluso paródicas, sufrían censuras peores que cuando el servicio se identificaba con una palomita azul y sus acciones tenían una cotización mucho mayor.
The Guardian explicó que los usuarios podrán compartir sus artículos en X y que en estos artículos podrá seguir habiendo mensajes de X incrustados en el texto como parte del reporte. Los periodistas del periódico también podrán continuar usando la plataforma, más allá del manual de estilo propio del medio.
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Otras organizaciones que se han retirado de X en los últimos tiempos incluyen la Radio Pública de Estados Unidos (NPR), la Televisión Pública de ese país (PBS) y el Festival de Cine de Berlín. The Guardian tiene más de 80 cuentas en X, con aproximadamente 27 millones de seguidores.
Elon Musk, que acaba de ser nombrado por Donald Trump codirector del Departamento de Eficiencia Gubernamental (cuya sigla, DOGE, es también el nombre de una criptomoneda) respondió al texto de The Guardian llamando al periódico “irrelevante” y “una máquina de propaganda laboriosamente malvada” (algo similar a lo que muchas personas opinan de X).
The Guardian es, junto a The New York Times y The Washington Post, uno de los periódicos más prestigiosos de habla inglesa y el único de ellos que permite acceso gratuito a todos sus artículos en forma completa.